sábado 20 de abril del 2024

Sexo, Twitter y asado

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¿Cómo fue que luego de meses de hablar de tácticas, convocatorias y rendimiento terminamos polemizando sobre sexo, asado, Twitter y dulce de leche? La temática de sexo sí o sexo no para los jugadores mundialistas es casi folclórica y no es excluyente de la Argentina. Lo que sí resulta una novedad absoluta son las redes sociales que ya desafían el concepto de concentración como lo conocíamos hasta ahora.

En estos días, Brasil, España o Inglaterra, también dieron a conocer sus reglas de comportamiento, aunque ninguno de esos seleccionados tiene tantas libertades como las de nuestro equipo nacional. Se puede afirmar entonces, que el cuerpo técnico argentino es el más permisivo. Lo que nadie puede asegurar sin embargo, es hasta qué punto las restricciones o licencias son directamente proporcionales al triunfo o a la derrota. Eso, como siempre, se probará en la cancha.

La sola mención del sexo ante la competencia deportiva más popular del mundo genera reacciones bien diversas entre el público. Están quienes despotrican por considerar casi irresponsable pedir esas licencias ante una demanda de alto rendimiento sobre la que se depositan caras expectativas y quienes ven en las relaciones sexuales un vehículo de alivio que no se le puede negar a nadie.

Considerando al ecosistema de un mundial como una verdadera olla a presión o fábrica de stress acudimos al Presidente de la Asociación de Medicina del Stress, Daniel López Rosetti, para saber su parecer al respecto. “El sexo puede ser un estabilizador emocional e incluso lo recomiendan estudios deportológicos para reducir los niveles de ansiedad que podrían generar un aumento en la ingesta de alimentos”. Sí, esto significa luz verde médica pero no luz verde a los excesos. “La diferencia entre un medicamento y un veneno es la dosis” remarca López Rosetti, poniendo nota de refrán al “sexo sin aditivos” especificado por Donato Villani, el médico de la Selección.

Los “aditivos” según Villani, son champagne, habanos o “alguien que no sea la pareja estable del jugador”. Esto último tampoco resulta azaroso porque está comprobado que “la actividad de pareja habitual, presupone condiciones habituales de desgaste psicofísico y no condiciones ambientales extraordinarias como una relación ocasional”, según especifica López Rosetti. En palabras de Jonás Gutiérrez sería “si tendría que dar vuelta carnero y saltar del ropero se complica pero no con una pareja estable”, como le dijo el jugador a Telefe Noticias antes de viajar a Sudáfrica.

¿Existiría como tal el debate de las relaciones sexuales si estuviéramos ante un plantel femenino? Curiosamente, el médico de la Selección también pasó por el plantel de las Leonas con el que viajó a Venezuela en el 92’ pero todo indica que entonces no tuvo estos dilemas amorosos. “El foco en el torneo es tan grande, que nunca tuvimos la necesidad de plantear este tema como algo específico", relata el exitoso Sergio Cachito Vigil, cuyo carisma y liderazgo lo convirtieron en una especie de gurú del coaching.

Pero no plantear el tema no significa que las relaciones sexuales estuvieran prohibidas. De hecho el actual DT de nuestra selección de Hockey Femenino, Carlos Chapa Retegui –otro gran jugador devenido en entrenador-, adelanta que las chicas no tendrán restricciones en el próximo mundial que se realizará en Rosario en Agosto, “porque nuestro equipo técnico conduce con la confianza y cada jugadora sabe lo que tiene que hacer”.

En cuanto a las relaciones sexuales, “si les hace bien emocionalmente está bien y es algo natural”, reafirma Retegui. La experiencia de Vigil confluye con esa idea aunque aclara: “No me preocupan las relaciones sexuales sino cualquier licencia que haga que el equipo no tenga el foco en lo que debe lograr”, y agrega “si cada día que pedimos libre es para estar más afuera que adentro del mundial yo lo hablaría”.

La ex Leona Jorgelina Bertoni admite que en su caso “no se me ocurriría tener relaciones el día antes de un partido y hasta me afectaría psicológicamente, por una cuestión de concentración”. En cuanto a las nuevas tecnologías todos los consultados son prudentes y marcan límites de “sentido común” según enfatiza Retegui: “Twitter no es un problema, pero si una jugadora me viene con la compu prendida a la charla técnica la que está confundida es la jugadora”.

Está claro que muchos de los directores técnicos mundialistas decidieron no correr este riesgo. Y hasta ahora el máximo rigor corre por parte del cuerpo técnico español que prohibió tajantemente tanto sexo como Twitter. “Hola a todos, a partir de hoy no podremos conectarnos hasta q volvamos del mundial, os cuento a la vuelta! Saludos!.” Esto escribía en su cuenta Carles Puyol o @Carles5puyol, despidiéndose de sus seguidores virtuales ante el veto del DT Vicente Del Bosque a la red social del momento.

En el otro polo, Sergio Agüero “tuiteaba” desde la mismísima concentración, recién llegado a Sudáfrica: “Terminamos de entrenar hace 2 horas, concentro con el señor la fiera Rodríguez!!!!”. Estas eran las palabras de @aguerosergiokun que a su vez se encargaba de difundir que había impostores virtuales de Mascherano, Higuaín y Rodríguez con cuentas en Twitter.

Argentina tiene permitido el Twitter, España lo tiene prohibido, Brasil racionado y en Chile Bielsa apagará el wi-fi por la noche. En el caso de internet los expertos también trazan una línea en los excesos. En definitiva, cualquier jugador, aunque su pase valga millones de euros, estará destrozado al otro día, si estuvo “tuiteando” a las 5 de la mañana. El tecno-stress, entonces, sería la desconcentración provocada por la hiper-conectividad. Esta desconcentración tecnológica será un nuevo elemento para batallar en las concentraciones tradicionales, en momentos de altísimo estímulo y múltiples demandas. Las redes sociales, especialmente Twitter, amenazan con convertirse en rompe-portones de las otrora herméticas concentraciones mundialistas. Es que el aislamiento del plantel para generar un microclima deportivo dejaría de ser tal. Este nuevo fenómeno también se verá sobre la marcha.

En el caso de la comida cualquiera diría que un mes sin asado ni dulce de leche no le hace mal a nadie y menos si es deportista. Aquí, Sergio Cachito Vigil encuentra una explicación interesante para estos aparentes deslices. Primero advierte que comer un asado el día antes de un partido es “un error”, pero también conceptualiza: “El asado simboliza raices, afectos, es mas psicológico que gastronómico. No son 20 asados en 30 días del mundial”. Todavía están frescas en la memoria las imágenes del copioso asado en la era Basile, registrado festivamente y sin asombro, por las cámaras que cubrían la Copa América 2007 en Venezuela. Y sabemos que los muchachos no se van a conformar con bifes de cebra en Sudáfrica.

Al final, tal vez sea cierto que mejor es una noche de amor tranquilo que “cuatro alfajores al hilo con el mate” por tanta ansiedad en esos días previos en que el tiempo no pasa ante el acecho de una final. Lo cierto es que no estamos tan solos. A la selección de Brasil, además del sexo, le permiten el helado y los chocolates (mal no les fue como pentacampeones). Los que se quedan sin sexo y sin brindis son los ingleses que tienen estricta ley seca de cara al mundial. En cuanto a la dieta española no trascendió si habrá o no tapas, pero de sexo ni hablar.

Como pinta el mundial, no sólo se definirá quién juega mejor al fútbol, sino también si el amor y la tecnología pueden coronarte o condenarte. A esta altura sólo espero que no culpen a las botineras si las papas queman. Y mucho menos que las denuncien por Twitter.