Volvió el fútbol argentino y con los primeros giros de la pelota también regresó la violencia. Un grupo de barras de Vélez Sarsfield provocó ayer serios disturbios en la sede del club al enfrentarse con otros hinchas. Hasta hubo disparos de armas de fuego y un herido de arma blanca.
Todo habría comenzado cuando en la confiería del club comenzaron a haber cargadas de un grupo de hinchas a otro. Esto derivó en una discusión que fue subiendo de tono y se convirtió en pelea. Minutos más tarde, tres autos estacionaron en la puerta del club y de los mismos habrían bajado alrededor de siete personas con armas de fuego, de las cuales partieron algunos disparos, y cuchillos.
Algunos de esos disparos, que provocaron gran tensión y miedo en el lugar, impactaron en un auto que estaba estacionado en la puerta de la confitería del José Amalfitani.
Vidrios rotos y destrozos fueron el saldo de este enfrentamiento ocurrido en la entrada que da a la Avenida Juan B. Justo, que no tuvo ningún detenido pero sí un joven de 23 años herido con algunos cortes aunque sin revestir gravedad.
La causa, en la que interviene la Fiscalía de Instrucción número 7 y en la cual las actuaciones estuvieron a cargo de la Comisaría 44, fue caratulada oficialmente como "Disparos de armas de fuego, lesiones y daños".
La postura oficial. El presidente de Vélez, Fernando Raffaini, consideró que los disturbios fueron originados por hinchas que "vinieron de afuera" y no por los que estaban cenando en la sede del José Amalfitani.
"Los que vinieron de afuera originaron los problemas, no fueron los hinchas", manifestó el máximo dirigente de la entidad de Liniers. En diálogo con la señal de cable Todo Noticias, Raffaini dijo no tener certezas acerca de la presencia de armas de fuego dentro del club porque "no había indicios" al respecto y señaló que "si hubo, las trajeron los que llegaron después".
El presidente de Vélez dijo desconocer las causas del enfrentamiento y aclaró que si las supiera "no tendría problemas" en contarlas. "Los socios me dijeron que fue una pelea entre dos personas", explicó. Por último, consideró "una locura" institucionalizar a los barrabravas, a quienes consideró "un flagelo" de los clubes argentinos.
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