jueves 25 de abril del 2024

La Copa, esta vez, tuvo sello femenino

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Si nos remontamos en el tiempo, ya se había demostrado en la mítica Guerra de Troya, y con Aquiles como valuarte, que todos los hombres tienen su parte débil. El talón, la defensa, el mediocampo, qué más da. Y con el mismo hecho histórico citado anteriormente como base conceptual, también certificamos la influencia del siempre erróneamente denominado sexo débil en los grandes hitos de la historia del mundo. Si no, chequéen en el Espasa Calpe si el conflicto entre espartanos y troyanos se desató por un problemita de fronteras, por una invasión de territorio o por un tema de polleras entre los hijos de los reyes de los dos  imperios. Opción 3, claro. El nombre del preciado botín era Helena (de Troya), esposa de Menelao, rey de Esparta. Según la leyenda, ella fue raptada por Paris, hijo de Príamo, rey de Troya y… ¡Agarrate Catalina! Y cómo no citar a íconos femeninos como las diosas Venus y Palas Atenea, a Marilyn Monroe, a la Mujer Maravilla, a la Madre Teresa de Calcuta. Y el deporte no está exento de este común denominador con aroma de mujer.

En Sudáfrica, los Adonis del balompié, con Messi, el Pipita, el Apache y Mascherano como abanderados, lejos de llegar a la final se comieron cuatro con los teutones y no estuvieron, ni cerca, a la altura de lo que se esperaba de ellos. Ni con Zeus en el banco pudieron pasar de los cuartos de final. En Turquía, cualquier semejanza con lo que sucedió en Ciudad del Cabo es pura coincidencia. Scola, Delfino y Oberto, luego de la patriada ante los reyes de la samba verdeamarela, tenían todo para convertirse en los nuevos dioses del Olimpo. Sin embargo, aparecieron unos enormes guerreros lituanos que los dejaron sin medalla casi sin darse cuenta y con 19 puntos de diferencia los dejaron fuera de juego.

Pero siempre hay una Helena que le pone emoción a la trama cuando a ellos les dieron de lleno en el talón de Aquiles. Entonces hace su aparición triunfal la diosa Lucha Aymar, con delantera nueva, look sexy, contratos por doquier y glamour. Hasta tiene zapatillas con su nombre esta Afrodita del córner corto que a fuerza de goles maradonianos se acerca cada vez más al camino de la inmortalidad, con biografia autorizada y una lista de romances que crece. Y Rosario Charito Luchetti no se queda atrás. Como Lío y el Kun no pudieron en Johannesburgo, ella puso bien alta la dignidad albiceleste y metió el segundo y definitivo gol antes las deidades alemanas y sacó el pasaporte directo a la final ante las Naranjas Mecánicas, y otra vez el golpe fue letal. Noel Barrionuevo, Carlita Rebecchi… Polleritas cortas, bombachones que roban suspiros. Sin declaraciones estridentes ni manifestaciones mediáticas. Simplemente, Las Leonas. La Copa del Mundo, en este 2010, tiene sello femenino. Les pedíamos que rujan. Lo hicieron. Y más que nunca se pusieron la corona. Porque en este caso ni siquiera importa el resultado de anoche. Quedó claro que Rosario, la Argentina, el mundo es de ellas. Ellas, las reinas de la selva. El sexo débil.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil