sábado 20 de abril del 2024

La pelea Gobierno-Clarín en las pistas

¿Quién organiza las carreras, quiénes son los dueños de los derechos y quién se beneficia con el marketing? Pilotos que hablan, acusan y se exhiben.

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Al final, todo en este país parece estar vinculado al conflicto entre el Grupo Clarín y el Gobierno nacional. Hasta el automovilismo que, insólitamente, parece haber entrado en la agenda de ambos bandos. Como los conflictos por el campo, como la Ley de Medios, como el fútbol.

El entramado no es tan complicado. De un lado habría que colocar a tres de las principales categorías: Turismo Carretera, TC 2000 y Turismo Nacional. Porque ellas son trasmitidas por el multimedios Carburando, que lleva ciencuenta años en el ambiente y pertenece en el 51% a Clarín. El Grupo, paralelamente, también tiene acciones en el TC 2000 y maneja los derechos comerciales del TC. Es decir, su influencia es casi absoluta. Como lo era con el fútbol.

No es totalmente absoluta porque el Top Race V6, la cuarta categoría en cuestión, la que representaría al otro lado en el hipotético cuadro ilustrativo, decidió romper relaciones con el monopolio y transitar su propio camino de la mano de su principal dirigente, Alejandro Urtubey. Urtubey, hermano del gobernador de Salta, lentamente comprobó que su maniobra suicida podía terminar saliéndole bien porque percibió que había vida después de Carburando. Pero, además, porque notó que podía encontrar, de la nada, un aliado de peso: el Gobierno. El Gobierno, con tal de poner nervios(h)o a su rival ideológico y político, investigó el terreno de una disciplina paradójicamente vinculada al campo. Y si bien notó que no le iba a resultar una buena inversión, que Automovilismo Para Todos no iba a ser tan redituable como el Fútbol Para Todos (las competencias ya se trasmiten en un canal abierto, el 13, que llega a más lugares que el 7), no se terminó de desligar para que Clarín no duerma tranquilo. “La idea original que tenían era tomar la señal de Carburando. No tenía mucho sentido. Además el enfrentamiento no es puntualmente con nosotros, de hecho con (Florencio) Randazzo hay una buena relación”, afirman, sin embargo, desde Carburando.

Randazzo, ministro del Interior, es el nexo de la historia. Amante de las tuercas, va siempre a ver al TC y resultó un vínculo clave, en su momento, para respaldar el sueño de José María López de correr en la Fórmula 1. El impulsaría el golpe con gusto.

Por eso, a su vez, el Gobierno no se alejó del círculo de los autos pasado el temblor inicial y las declaraciones de la Presidenta Cristina Fernández (“Yo siempre estoy por la democratización de todo, la democratización del fútbol, del automovilismo, de los medios”).

La última movida que realizó fue a través de su brazo mediático, 6, 7, 8, programa que decidió publicitar en los autos de tres de los pilotos enemistados con Carburando, Patricio Di Palma, Brian Smith y Esteban Tuero. Esos pilotos, y Marcos Di Palma, hablaron de un supuesto complot del multimedios y dijeron que les pidieron plata para enfocar las publicidades de sus autos durante las competencias. “Los Di Palma hablan mucho, pero cuando tienen que ganar carreras, las pierden. Yo les tengo aprecio, sobre todo a Marcos, pero dudo de que alguien les haya mangueado guita. No los enfocan porque están siempre atrás”, destaca alguien de la ACTC (Asociación de Corredores de Turismo Carretera). Así y todo, algunos colegas de los hermanos confiesan que muchas veces se les ha sugerido poner dinero en las trasmisiones “para que se vea mejor el auto”. Insólito. Tan insólito como el choque que se produjo entre Fernando Bravo y Víctor Hugo Morales, en Radio Continental, a raíz de este mismo tema. Resulta que Marcos denunció la presunta censura de Carburando en el programa matinal del conductor uruguayo y le dio pie a un fuerte discurso en contra de los monopolios, en general, y de Carburando, en particular. Acto seguido, Bravo, que sale al aire luego de VH, aprovechó su espacio y retrucó que la conducta del monopolio, en general, y de Eduardo González Rouco, en particular, era intachable.

La táctica del Grupo. Clarín, por su parte, no baja la guardia en esta batalla ni cuando duerme. Ya perdió una, no regalará otra. Principalmente, buscó potenciar su lazo con la dirigencia del Turismo Carretera, que no depende de nada ni nadie para lograr ganancias. En un segundo orden, apeló a todo el peso de su aparato mediático para favorecer o perjudicar, según la conveniencia, los contenidos.

Por estos días, hasta la señal de TN pasa partes de la clasificación de las categorías del Grupo. Por estos días es casi imposible leer una línea sobre el Top Race V6 en el gran diario argentino. De esto se queja Urtubey: de la parte negativa de haber quedado en el medio (ver recuadro). “Yo no saco ninguna ventaja de esto. Me da lo mismo lo que haga el Gobierno. No hace la diferencia. Si yo me beneficio, todas las categorías se benefician y viceversa”, explica. Del otro lado, no le creen. Lo acusan de fogonear el “Automovilismo para Todos”, de aprovechar el escenario, de meter fichas justo ahora que el Gobierno pone el ojo en el tema...

Y así sigue esta lucha. Que no es más ni menos que una lucha de poderes. Una más entre tantas. Ahora por los autos de carrera, quién lo hubiera dicho.

(*) de la Redacción del Diario Perfil

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil