viernes 19 de abril del 2024

La "22" manejó a los "trapitos"

La barra brava de Gimnasia llegó a cobrar 60 pesos por estacionar en la calle y le pagaban 100 a cada cuidacoche. La policía demoró a 79 de ellos cerca de la cancha.

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La ciudad de La Plata se vistió de gala para recibir a la Selección argentina de Messi. En su debut internacional desde que fue inaugurado el Estadio Unico, la Policía Bonaerense montó un “superoperativo” de seguridad con 1.600 hombres, pero no pudo frenar el negocio ilegal de la barra brava de Gimnasia y Esgrima, que controla los estacionamientos y la venta ambulante en la zona. Para dejar el coche en las inmediaciones, por ejemplo, se llegó a pagar 60 pesos. Y por una entrada de reventa, hubo gente que desembolsó hasta 600 pesos.

En la previa del partido que el viernes pasado Argentina disputó con Bolivia, PERFIL recorrió las inmediaciones del gigante techado de calles 25 y 32.

“Estacionamos bastante lejos porque acá está lleno de ‘trapitos’”, se quejó Diego, un joven simpatizante platense.

Como es habitual en los eventos de gran convocatoria, el precio del estacionamiento en la calle varió dependiendo de la cercanía al estadio de ciudad de La Plata. En la zona que comprende las calles 33 a 37 y 28 a 19 (ver infografía), los “trapitos” cobraron una tarifa única de 30 pesos, un cincuenta por ciento más caro que lo que se paga en el torneo de la AFA. En Ringuelet, sobre todo entre las calles 532 y 526, entre 26 y 28, se llegó a pagar hasta 60 pesos.

El batallón de “cuidacoches” que desembarcó en la zona fue supervisado por la barra brava de Gimnasia que lideran Cristian “el Volador” Camillieri y los hermanos “Papupa”, Juan Pablo y Gustavo Córdoba, vinculados también a un sector kirchnerista que busca imponerse en la Ciudad de Buenos Aires (ver aparte). Según fuentes allegadas a la hinchada, en los días previos al partido los principales laderos ofrecieron entre 100 y 200 pesos como paga por manejar una cuadra de estacionamiento “medido”.

De acuerdo con las mismas fuentes, fueron ellos quienes también controlaron el negocio de la venta ambulante en la zona, aunque –vale aclarar– en un número bastante inferior si se lo compara con lo que sucede cada vez que juegan Estudiantes o Gimnasia en el Estadio Unico. Desde la Policía, informaron que fueron demorados 79 “cuidacoches” –un reflejo de la cantidad de hombres que envió la hinchada para controlar el negocio– y hasta calificaron el operativo como “exitoso”.

La 22. El sector más violento de la hinchada albiazul, autodenominada La 22 –que no hace mucho registró ese nombre como marca oficial para comercializar el merchandising–, forma parte de Hinchadas Unidas Argentinas (HUA), el polémico grupo que nuclea a varias barras argentinas, y que protagonizó un escándalo con deportados e incidentes en el Mundial de Sudáfrica.

La delegación, que hasta el pasado Mundial era liderada por el puntero kirchnerista Marcelo Mallo, también estuvo presente en el estadio. Llegaron desde distintos puntos, y fueron quienes se encargaron de la reventa de entradas.

En las afueras, y lejos del anillo de control policial, ofrecieron populares y plateas muy por encima del precio oficial. Por una platea, un grupo de hinchas de Tigre –también alineados en HUA– pidió 600 pesos. Y por una popular –que costaba 80 pesos– se llegó a pagar no menos de 200 pesos.

En la tribuna que habitualmente ocupa la hinchada de Estudiantes, relegada en la presentación de la Selección por sus constantes enfrentamientos con la policía y porque además no forma parte de Hinchadas Unidas Argentinas, la barra oficial llevó cerca de mil hombres pertenecientes a distintas hinchadas.

El grupo más numeroso partió desde el predio que Independiente posee en Wilde. “Vinimos en colectivos con gente de Morón, Rosario Central, Colón y Tigre”, contó a PERFIL Darío, uno de los integrantes de la delegación de HUA que forma parte de la barra brava de Independiente.

Durante el partido, no pasaron inadvertidos entre la multitud que llenó el estadio. De hecho, fueron protagonistas de un hecho bastante particular: consiguieron sortear todos los controles y entrar con una bandera gigante que llevaba los nombres de la fórmula Francisco de Narváez y Mónica López.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil