miércoles 24 de abril del 2024

"Este el es gran final de mi película"

En una Bombonera repleta, el Titán del gol jugó su partido homenaje. Rodeado de amigos, lloró antes del partido y se dio el gusto de anotar. Fotos. Galería de fotosGalería de fotos

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Ante la atenta mirada de los miles de hinchas que generaron una fiesta en la Bombonera, Martín Palermo entró a la cancha de Boca para jugar su partido homenaje. Mientras la multitud coreaba su nombre, el Titán del gol miraba a su alrededor, como queriendo imprimir esa imagen, tal cual la vivió, en su mente. Con sus padres en la platea, su hijo preparándose para jugar y muchos amigos del fútbol alrededor, el Loco, ese que vivió una carrera de novela, cerró su etapa de jugador.

"Esto es increíble, cómo uno no va a emocionarse con todos ustedes acá. Gracias a ustedes Boca es tan grande", pudo decir, entre lágrimas, el hombre que estampó su nombre dentro de las glorias de Boca. Y como también, suelen decir, es una persona muy querida, nadie quiso faltar al adiós del Titán. Estuvieron dentro de la cancha Carlos Tevez, Guillermo Barros Schelotto, el Pato Abbondanzzieri, Arruabarrena, el Patrón Bermúdez, Chicho Serna, el Bichi Fuertes, Rolando Schiavi, Iván Zamorano, Roberto Baggio y muchos de los jugadores que hoy militan en el equipo xeneize.

Una vez en la cancha, antes de convertir su primer gol, Palermo tuvo algunas chances. En la más clara, erró por muy poco y terminó besando el poste. Su hijo Ryduan, que también juega de nueve, chicaneó desde el banco: “Yo lo hacía”. La ovación llegó, una más, cuando por fin pudo marcar: el nueve sonrió mientras todos en el estadio corearon su nombre.

En el segundo tiempo, el Titán fue reemplazado en el equipo de casaca blanca nada menos que por Juan Martín Del Potro. “Estoy nervioso”, aseguró el tenista, muy amigo de Palermo y fanático de Boca, antes de pisar el césped y ocupar el lugar del nueve. Delpo también pudo festejar: le dio un gran pase al Bichi Fuertes para que el santafesino marque su segundo gol. Después, claro, Palermo volvió a ingresar.

Sobre el final, el equipo del Titán tuvo un penal a favor. El hombre del gol no dudó y se calzó los guantes y  se paró en el arco frente a su hijo, que aprovechó para arengar a su favor a los hinchas.  Ryduan, de genética goleadora, no falló: gol, abrazó con el exjugador, fuegos artificiales y final del encuentro. Y para los que se preguntaban cómo terminaba ese épico film del que se suele hablar cuando se repasa la carrera del jugador, la duda la despejó el propio exjugador: "Este es el gran final de mi película". Y ahora sí, más lágrimas y ovación.

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