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Rory McIlroy estrenó su número uno del mundo del golf de una forma bastante original. Invitado por su novia, la danesa Caroline Wozniacki, el norirlandés saltó de la platea a la cancha en el Madison Square Garden y peloteó frente a la rusa María Sharapova.
Ante la sorpresa del público, McIlroy se animó y aceptó el pedido de Wozniacki, que en ese momento iba perdiendo 3-6 y 4-5 contra Sharapova. El nuevo número uno del golf bromeó tratando de convertir la raqueta en un palo y luego se embarcó en un peloteo que finalmente ganó con algo de colaboración de la rusa. Eso sí: la exhibición quedó en manos de Sharapova, quien se terminó imponiendo por 6-3 y 6-4.
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