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Gracias a un gol que Walter Erviti marcó en la etapa final de un partido en cuyo primer tiempo mereció ya convertir, Boca ganó 1-0 visitando a San Martín de San Juan, se recuperó de la caída sufrida hace siete días ante Independiente y quedó como único escolta del líder Tigre, apenas un punto por debajo de los de Victoria.
Los primeros veinte minutos fueron del Xeneize. Sin jugar bien, el equipo de Falcioni pudo salir con velocidad de la mitad de la cancha y Pablo Mouche desbordó tanto por izquierda como por derecha a la defensa sanjuanina.
Durante ese lapso, Boca tuvo dos chances claras para ponerse en ventaja y las dos fueron protagonizadas por Mouche. La primera, a los 9 minutos, nació de un lateral que Facundo Roncaglia hizo desde la derecha. La defensa de San Martín durmió la siesta y el cabezazo del 7 dio en el travesaño. Tres minutos después, Ledesma tiró un centro desde la derecha y Mouche cabeceó desviado.
Luego San Martín emparejó el juego, gracias al trabajo de Facundo Affranchino por derecha, las escaladas de Emmanuel Mas por izquierda y la marca que el equipo, con Marcos Galarza como abanderado, ejerció en la mitad de la cancha.
Fue justamente Galarza quien tuvo en su pie la mejor oportunidad para San Martín, pero el remate franco del volante se desvió en el cuerpo de Roncaglia y la pelota se fue sobre el travesaño.
La última chance de Boca la tuvo el uruguayo Santiago Silva, que pasó casi inadvertido y sigue sin convertir siquiera un tanto con la casaca xeneize. Su cabezazo con destino de arco rebotó en la cabeza de Cristian Grabinski.
Al segundo período podría definírselo como de discreto para abajo. Boca se mostró impreciso con la pelota y ni siquiera tuvo a Mouche -reemplazado a los 19 por Sergio Araujo- como para inquietar a la defensa de San Martín.
Los sanjuaninos tampoco hicieron demasiado. Sólo tenían un plan defensivo y nunca supieron como atacar, especialmente cuando Affranchino dejó de escalar por el sector derecho. Nada hacia prever la llegada del gol, pero a los 25 minutos se produjo el único tanto del partido.
La jugada comenzó cuando Lucas Landa no rechazó un lateral y la pelota le cayó a Silva, quien metió un taco para Ledesma. El pase del volante fue recibido en soledad por Erviti, cuyo remate cruzado superó a Luciano Pocrnjic.
Cuando todos esperaban que Boca apostara al contraataque aprovechando la desesperación de San Martín, Falcioni decidió apostar por otra alternativa: colocó a todos sus jugadores en su propio campo para aguantar las arremetidas de los sanjuaninos.
El planteo del director técnico de Boca pudo terminar mal si a los 28 minutos Grabinski no enviaba la pelota por sobre el travesaño, tras cabecear sólo en la puerta del área chica. Pero estaba visto que San Martín es un equipo bastante limitado en ataque. Y por eso, Boca se llevó de San Juan lo que fue a buscar.
