sábado 20 de abril del 2024

Leo y Tato, el corazón del tricampeón

Con historias similiares, Gutiérrez y Rodríguez hablaron con 442 y contaron sus sensaciones sobre el tricampeonato de Peñarol. Galería de fotosGalería de fotos

442

El histórico tricampeonato de Peñarol tuvo sus condimentos emotivos a la hora de los festejos a lo largo y ancho de Mar del Plata. De un lado, Leo Gutiérrez, el jugador más ganador de la Liga Nacional con nueve títulos.  Del otro, Sebastián Rodríguez, base histórico del Milrrayitas, que debió dejar el básquet por un problema cardíaco, pero que nunca dejó de ser parte del equipo.

Ambas historias se conectan en un punto. Gutiérrez no pudo jugar el Preolímpico a raíz de una arritmia que lo obligó a someterse a una cirugía que afortunadamente pudo solucionar el problema. "Es un tema superado, no estaba pensando en eso ni el título fue una revancha", le contó Leo a 442.

El 21 de septiembre pasado, mientras se jugaba el Preolímpico en su ciudad, Tato Rodríguez recibía una triste noticia: un electrocardiograma confirmaba la afección que iba a forzarlo a un retiro inesperado a los 33 años. "Había hecho la pretemporada pero mis compañeros me hicieron sentir parte del grupo pese a no jugar ningún partido", le dijo el base a este portal.

La alegría por el "tri". "Para mí es un título más. Sé que para muchos no lo es, pero yo lo tomo con mucha tranquilidad. Sólo ayudé a Peñarol a entrar en la historia del básquet argentino. Hay que disfrutarlo pero sin subirse a ningún pedestal", resumió el ala-pivote que fue campeón en todos los clubes donde jugó (Olimpia, Atenas, Boca, Ben Hur y Peñarol), excepto Obras.

Por su parte, a Tato le tocó vivirlo como hincha una vez más -ya había disfrutado el título del '93-, lo que lo llevó a gozar y sufrir al mismo tiempo. "La verdad que lo disfruté cuando lo logramos, pero lo viví muy distinto al resto porque no pude estar en la cancha, tenía la ansiedad de todos los juegos pero al estar afuera no podía ayudar a los compañeros", dice quien fuera bicampeón con Peñarol en la Liga de las Américas.

Ambos destacan algo en particular del logro de Peñarol y es el tema de la mentalidad ganadora. Según Gutiérrez, quien participó en las últimas tres conquistas, Sergio Hernández fue fundamental porque "te hace trabajar tranquilo y te prepara para jugar finales". En tanto, Rodríguez sostiene que lo más importante fue haber contratado al Oveja, quien conformó "un grupo de ganadores que siempre quieren más".

Afecto recíproco. "Leo ganó en todos los equipos donde fue. Es un jugador diferente, un líder positivo que contagia a los demás y fue clave, sin dudas", remarcó Tato. Mientras que el campeón olímpico también destinó palabras de elogio para su compañero. "Perder a un jugador como él fue un golpe grande para nosotros por las aspiraciones que teníamos. Sufrimos no tenerlo pero estuvo cerca nuestro y sentimos su apoyo", dijo Leo.

Las "dos patas" restantes. Peñarol fue campeón por la calidad individual de sus jugadores y la experiencia en la conducción del técnico, pero hubo otros factores determinantes en el título. Para Tato y Leo, el jugador número seis fue el hincha. "La gente no juega, no gana partidos, pero a nosotros nos ayudaron un montón", explica Gutiérrez.

Para Rodríguez, los dirigentes también fueron claves, sobretodo el presidente Domingo Robles, quien "agarró a un club quebrado y fue escalón por escalón para mejorar desde 2004". "Es un privilegio tener a esta dirigencia porque hacen el mismo sacrificio de los jugadores", acotó Leo.

Objetivos cruzados. Las circunstancias de la vida obligaron a Tato a volcar su pasión por la pelota naranja en un posible futuro como entrenador. "Empecé el curso pero se cruzó con las finales de la Liga. Igual quiero ir paso a paso. Espero hacerlo acá en Peñarol porque encima voy a poder seguir disfrutando y aprendiendo de Sergio (Hernández) para el día que me toque ser técnico poder estar capacitado", expresó quien actualmente dirige una escuelita de básquet subsidiada por la Secretaría de Deportes de la Provincia.

Por su parte, Leo Gutiérrez sólo piensa en entrenarse con el seleccionado argentino que jugará el Sudamericano en el Chaco (18 a 22 de junio) y prepararse de la mejor manera por si le toca defender la medalla olímpica en Londres.

(*) Especial para 442

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