En un partido que sirvió como homenaje a Alfredo Di Stéfano, el Real Madrid goleó 8-0 en su estadio a un Millonarios de Bogotá que, como quedó demostrado este miércoles, poco tiene que ver hoy con aquel que en 1952 vencía 4-2 en la capital española al mismo Real con el gran nueve argentino como figura, y que jugaría cinco partidos más con el Merengue sin perder ni uno en los '50.
Además de homenajear a Di Stéfano (máximo ídolo de la historia del Real y presidente honorario del club), el partido tuvo como razón la disputa del trofeo Santiago Bernabeu que anualmente pone en juego la entidad madrileña, enfrentándose a un rival que sus propias autoridades eligen. Esta vez, parecía que iba a ser Vélez, pero finalmente la invitación recayó en el hoy pobre Millonarios.
"No lo merezco", dijo de manera escueta un humilde y emocionado Di Stéfano a la prensa española antes del partido en referencia al tributo que se le rindió, dos días después de ser agasajado por Millonarios y la embajada colombiana en España en un acto en el que agradeció al club bogotano por haberle permitido proyectarse internacionalmente y llegar al Real Madrid.
El equipo de José Mourinho, que aprovechó la ocasión para probar a varios juveniles, tuvo como titular a Gonzalo Higuaín, quien jugó el primer tiempo sin marcar siquiera un tanto y en cuyo lugar salió en el complemento el francés Karim Benzemá.
La gran figura del partido fue el brasileño Kaká, quien se destapó con un hat-trick: abrió el marcador a los 13, puso el 5-0 a los 37 y a los 15 del segundo tiempo marcó el sexto gol. Los otros tantos llegaron a través de José María Callejón en los minutos 23 y 68, el juvenil de 19 años Álvaro Morata a los 32 y 36, y Benzema a los 79.
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