martes 23 de abril del 2024

No frena su guerra anti-riquelmistas

Pablo Ledesma había dicho en la semana que Falcioni no le transmitía nada. Ayer, pagó las consecuencias: no irá ni al banco ante San Martín.

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No es el club de la banda, es el club de los bandos. Pablo Ledesma es la nueva pieza de colección del rincón de los problemas; Ledesma, es riquelmista. Refutador de la máxima “a rey muerto, rey puesto”, el volante había dicho el jueves que el técnico no le transmite nada y que con él tiene poco diálogo. Nada nuevo. Algo semejante había dicho sobre el entrenador Clemente Rodríguez, otro futbolista militante de la Juan Román. Al defensor, Falcioni le pasó factura con la cinta de capitán: ante la ausencia de Schiavi en el partido revancha contra Independiente por la Copa Sudamericana, el brazalete le cayó a Somoza, un jugador alineado con el DT. Con Ledesma, la respuesta fue mucho más directa, a las vísceras: ayer fue borrado de la lista de concentrados para el partido de hoy. Tras conocer la decisión, el plantel se reunió en el vestuario de Casa Amarilla, un búnker que hasta hace poco fue el reino de Riquelme. Sus laderos no se olvidan.

Tambalear. Entre las decisiones de fondo que apuntan al esquema y los nombres, Falcioni aboga por su continuidad; su contrato tiene como fecha de vencimiento el 31 de diciembre, tras la finalización del torneo Inicial. “Yo con el que más hablo, con el que decido y con el que tengo diálogo en cuanto a la necesidad y la búsqueda de determinadas cosas para el equipo es exclusivamente con el presidente”, señaló ayer el DT en Radio Mitre, para desligitimar las declaraciones de Oscar Moscariello. El vicepresidente primero había sostenido que era “prematuro hablar de la continuidad de Falcioni”. Moscariello, además, había condicionado la continuidad a la coyuntura: “Hay que esperar que los resultados se den”, planteó el dirigente en radio La Red.

Falcioni sabe que Daniel Angelici confía en su trabajo, sobre todo porque fue capaz de absorber la presión de rearmar un escenario sin Riquelme. El presidente todavía no le suelta la mano a quien logró lo poco probable; sobrevivir en Boca a Román. Con el diez afuera del tablero, Falcioni quiere mandar sin que haya objeciones; que todos sean peones.

La Comisión Directiva, en su mayoría, no apuesta por una renovación para el año que viene. Lo intuye el entrenador, que en la semana tuvo un raid mediático para intentar decir lo que ningún dirigente hace público: la renovación de su contrato.

Mientras tanto, al voraz mundo Boca parece no alcanzarle que en menos de un año el equipo fue campeón del Torneo Apertura 2011, de la Copa Argentina, y finalista de la Libertadores. Es el principal argumento del técnico, que sigue sin contar con la confianza plena del plantel y la CD. Falcioni, que mucho dijo sobre su contrato, sobre Ledesma no habló nada. Hizo.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil