viernes 29 de marzo del 2024

El juvenil que debutó y se lesionó

Leonel Buter, el cordobés de 19 años que ingresó en Independiente ante Lanús y a los cuatro minutos se rompió los ligamentos, habló con 442.

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Cuatro fueron los minutos que duró en cancha. En la semana su nombre ya había sido noticia: el técnico Américo Rubén Gallego había decidido no concentrar a un histórico como Eduardo Tuzzio y se la había jugado por incluir en el banco de suplentes a un joven delantero cordobés de 19 años. La alegría del debut le duró poco. Una jugada desafortunada lo hizo salir de la cancha, llorando. Al otro día se confirmó lo que se temía: rotura de ligamentos cruzados de la rodilla izquierda. Afuera por seis meses, como mínimo.

“Estoy muy bien de ánimo. Me llamó muchísima gente. Me sorprendió el llamado del Guli (Andrés Guglielminpietro). Es amigo de mi padrino y me lo habían presentado una vez. Nunca imaginé un llamado de él. También me llamó Javier Cantero, el presidente del club”, contó a 442 Leonel Buter, el joven de Independiente.

Buter empezó a pegarle a la pelota a los cuatro años en General Roca, un pueblo del sur de la provincia de Córdoba. “Mi abuelo me llevó a jugar por primera vez. Nunca lo dejé, ni siquiera cuando me pasó lo mismo en la rodilla derecha, en quinta”, recordó. “Muchos de mis amigos que jugaban conmigo dejaron el fútbol. Pero yo sabía que quería jugarlo profesionalmente”.

“Cuando tenía trece años llegué a Independiente. (Jorge) Czysterpiler era mi representante. Él hacía una selección nacional con jugadores del interior, los traía a Buenos Aires y jugaban contra las divisiones inferiores de los clubes más grandes. Independiente se interesó en mí y al otro año ya estaba en el club”, contó Leonel.

El sábado pasado Gallego daba la lista de concentrados para el partido con Lanús y Buter aparecía entre los 18. “En la semana había hecho fútbol con un equipo supuestamente titular y tenía una esperanza mínima, pero la tenía”, dijo el juvenil.

A los 10 minutos del segundo tiempo del partido frente al Grana el Tolo lo mandó a la cancha por Patricio Vidal. Cuatro minutos más tarde, Buter fue a luchar una pelota con Mario Regueiro, cayó y se lesionó. Su primer plano llorando salió en todos lados. “El técnico me dio sus palabras de aliento. No había mucho para hacer. Yo lloraba mucho. La verdad que el Tolo conmigo se portó muy bien”, recordó el cordobés.

“Hay que operar y después seis u ocho meses de rehabilitación. Estoy mentalizado. No me puedo quedar estancado en que me lesioné de nuevo. Aparte soy joven. No soy de andar llorando por los rincones. Voy a salir adelante”.

(*) editor de 442

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