viernes 19 de abril del 2024

Swansea, "el Barça de la Premier"

Pese a no tener ni campo de entrenamiento, el equipo galés que dirige el gran Michael Laudrup es elogiado. La historia del Swansealona.

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David Morgan estaba sentado esa tarde de 1977 en el estadio Vetch Field. Leía la revista del Swansea, el club al que había ido a alentar, cuando vio un aviso que le llamó la atención: “Pen Pal Wanted!”. Esa misma noche le escribiría una carta a John van Zweden, el estudiante holandés de La Haya que pedía, a través del aviso, un amigo por correspondencia para perfeccionar su inglés. Ya en 2003, el Swansea estaba por descender desde la Cuarta División de Inglaterra y por entrar en bancarrota. Morgan, según se contó en septiembre en la revista Panenka, les pidió a cinco amigos, incluido Van Zweden, que lo ayudaran a salvar al club. Al final, lo compraron por 25.001 libras.

Todavía hoy, Morgan y Van Zweden son los directores del Swansea. Pero el equipo ya no participa de las divisiones bajas de Inglaterra: muy por el contrario, está séptimo en la mismísima Premier League. Es, ésta, la historia de ese equipo de Gales que no tiene campo de entrenamiento, pero al que se bautizó, por su estilo de juego, como Swanselona. Hasta un tal Cesc Fábregas llegó a tuitear: “Cómo juega el Swansea, madre mía”.

Todo por dos pesos. El 29 de diciembre, El País entrevistó al entrenador, Michael Laudrup. Ex futbolista del Barcelona que dirigía Johan Cruyff, y también del Real Madrid y de la Juventus, el danés es una celebridad futbolística. “Pero mi despacho –contó entre risas– es más pequeño que el baño y no tenemos una sala donde reunirnos con los jugadores.” Lo decía en serio.

Como consecuencia de que el Swansea no tiene un campo de entrenamiento, el plantel se debe ejercitar en un gimnasio privado y compartir las duchas con sus clientes. Además, se entrena en la Universidad de Swansea, pero allí tampoco la tiene fácil, según contó el goleador Michu a El País: “Hay veces que tenemos que esperar a que los juveniles o los Ospreys de rugby (un equipo profesional de Gales) terminen para empezar nosotros”.

Michu –media punta español, 26 años– lleva 15 goles, apenas cuatro menos que Robin van Persie, del Manchester United. Llegó para esta temporada desde el Rayo Vallecano, a cambio de dos millones y medio de euros. Pero la pasó mal no bien aterrizó en Gales: la persona del club que debía ir a buscarlo al aeropuerto se olvidó, y Michu terminó en la casa de la mamá del utilero porque ningún hotel quería alojarlo. Eran las tres de la mañana.

Asterisco para Michu: “En la cancha, soy un tipo raro”, concedió. Resulta que cuando jugaba en el Rayo Vallecano, tarareaba las canciones de los hinchas para, según dijo, motivarse. “Las de los del Swansea aún no las entiendo”, admitió el media punta, que todavía no fue convocado a la selección de España, pero está en las gateras: “Se lo merece”, reconoció el entrenador Vicente del Bosque.

Aun con esas dificultades a cuestas, el equipo viene de eliminar al Chelsea en la semifinal de la League Cup y va a jugar el domingo 24 la final ante el Bradford en Wembley (de ganar, se clasificaría a la Europa League). Además, esta temporada, ya venció de visitante al Liverpool, al Arsenal y al Chelsea. Encima, el equipo juega bien.

Ya en la temporada pasada, cuando volvió a la Premier League después de veinte años, el Swansea jugaba por abajo, con paciencia y pases con sentido: tenía un promedio de 85,2 por ciento de pases bien dados (el Barcelona tenía 89,2...) y el mediocampista creativo del equipo, Leon Britton, era el futbolista de Europa con mejor porcentaje (93,3 contra el 93 de Xavi). La revista Four Four Two llegó incluso a publicar un fotomontaje de Britton con Xavi con el epígrafe: “Uno de los dos es el mejor pasador de Europa; el otro juega en el Barça”.

Al equipo lo dirigía Brendan Rodgers, que entrenó, antes de llegar al Swansea, a la Reserva del Chelsea y era el protegido de José Mourinho. “Estar con él era como ir a Harvard”, le dijo Rodgers a The Independent. Hoy, Rodgers dirige al Liverpool, rival del Swansea mañana.

Ya con Laudrup, el Swansea devino más vertical, pero no menos paciente ni eficaz: tres jugadores promedian en esta temporada más del noventa por ciento de pases bien dados (Garry Monk, Ki Sung-Yueng y, para variar, Britton). Otra: el Swansea marcó el 92 por ciento de sus goles de jugadas.

Explicó Laudrup en El País: “La posesión tiene que tener un fin. Tocar por tocar para decir que tuvimos el balón el 58 por ciento y perdimos 3-0, no. Si los cuatro de atrás se la pasan 200 veces, el juego es muy lento”. Pero Laudrup, ni por asomo, renuncia a un estilo de juego, como le explicó a The Guardian cuando llegó en julio al Swansea: “No importa si salimos décimos o decimocuartos, ¿quién va a recordar si hicimos 43 o 48 puntos al final de la temporada? Lo que importa es cómo jugamos. Si les preguntáramos a los hinchas qué prefieren, si cambiar el estilo de juego y salir décimos, o no cambiarlo pero salir decimocuartos, la respuesta sería obvia, ¿no?”.

De acá en adelante, Laudrup debería persuadir a los jugadores que pretenda contratar con el estilo de juego del equipo. Lo sabe: “Siempre me dicen: ‘Oye, cuando tengas que fichar a uno nuevo enséñale la ciudad, La Marina, el estadio, pero por favor que no pase por la ciudad deportiva porque no hay’”.

(*) Esta nota fue publicada en la edición impresa del Diario Perfil.