jueves 28 de marzo del 2024

Sabella y su adicción a los cambios silenciosos

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Alejandro Sabella propuso una renovación casi total del seleccionado argentino de fútbol. Sin prisa, pero sin pausa, fue cambiando el grupo de jugadores que ha ido convocando al punto de haber bajado claramente la edad promedio de quienes lo integran. Encima, fue dándole a Lionel Messi un lugar de capitán, conductor o líder que si bien el rosarino-barcelonés no pidió nunca, le está dando frutos en su tranquilidad, ensamble con el resto y entrega anímica.

Sabella quizá haya hecho lo más difícil, si bien quedan algunos jugadores con larga campaña en la Selección como Javier Mascherano y Pablo Zabaleta, pero lo real es que la Argentina es más joven en conjunto que en los últimos años. Quizá haya sido algo similar a lo que hizo Marcelo Bielsa entre 2003 y 2004, cuando Carlos Tévez, Javier Saviola, Andrés D’Alessandro, César Delgado y algunos chicos más se calzaron la camiseta mayor albiceleste.

La renovación de un equipo no es sencilla, sobre todo cuando hay un grupo de jugadores que ha hecho una larga parte de su trayectoria en el equipo nacional, si tomamos como ejemplo, para marcar algunos nombres a Javier Zanetti, Esteban Cambiasso, Juan Román Riquelme, Gabriel Heinze, Sebastián Verón, Wálter Samuel y siguen las firmas.

Lamentablemente, lo que está en duda es la consistencia de la zona defensiva argentina. Y queda claro que faltando un año y un puñado de meses para el próximo mundial en Brasil, todavía no hay imprescindibles ni jugadores que cuenten con un apoyo masivo para ubicarse delante de Sergio Romero, el arquero elegido por Sabella para ser titular, a pesar del gran momento de Sebastián Saja y la actualidad vigente de Mariano Andújar o el propio Oscar Ustari.

La dupla Federico Fernández-Ezequiel Garay es la elegida por Sabella para defender en el área albiceleste, con actualidades distintas. El zaguero que llegó al Getafe madrileño hace menos de dos meses, ya debutó e hizo un gol en la liga. Cansado de hacer banco en Nápoli, eligió tener continuidad a pedido del entrenador argentino y se fue a España para jugar. La situación de Garay era similar cuando militó en Real Madrid, hasta que encontró su lugar en el mundo defendiendo con la camiseta roja del Benfica portugués.

Deberán seguir sumando minutos y sobre todo, entrenándose juntos y afrontando los duros compromisos de eliminatorias y amistosos ante rivales de jerarquía. Sin embargo, no son muchos los nombres que circulan como alternativas para esos puestos que queman: Fabricio Coloccini, Nicolás o Guillermo Burdisso, Lisandro López y paremos aquí. No hay más. Y en cuanto a los laterales, la búsqueda es interminable pero infructuosa, hasta ahora por lo menos.

Sabella probó con Hugo Campagnaro, 32 años y una larga trayectoria en Italia, quien ya firmó su vinculación futura con Internazionale por dos temporadas. Juega indistintamente en los dos costados y también puede ser stopper, pero no termina de afirmarse en la Selección. Desde que lo dirigió en Estudiantes de La Plata, el cuerpo técnico del seleccionado optó por Marcos Rojo, que hizo una fulgurante carrera en el Pincha y partió raudo hacia Europa. Rojo tampoco terminó de establecerse en la Selección, pero una lesión lo tuvo a mal traer y no volvió aun.

Pablo Zabaleta parece ser el único que tiene un lugar asegurado. Con 28 años recién cumplidos y una trayectoria muy extensa, con esa pinta de veterano joven, Zabaleta cuenta con aval mayoritario para marcar el costado derecho de la defensa argentina, aunque también lo puede hacer sobre el sector contrario. Ha jugado mucho, no es Zanetti, pero ha sido aprobado por casi todos.

En las listas que tienen los futboleros, aquellos que se preocupan por la ausencia de figuras de peso en la parte defensiva nacional, no son muchos los que figuran: Cristian Ansaldi ya fue convocado por Sabella, Cristian Cellay e Iván Pillud ya tuvieron sus oportunidades, lo mismo que Clemente Rodríguez, aunque el lateral boquense para tener algunas chances a futuro.

En suma, se podrían nombrar a Leandro Desábato como otra alternativa de Sabella en la zaga y quizá al chico Otamendi, surgido de Vélez y olvidado en las últimas citaciones. Como se observa, no queda mucho paño y no hay secretos. Argentina, hoy, tiene dos equipos: uno de media cancha hacia adelante y el otro, hacia atrás. Equilibrarlos, armonizarlos, buscar un grupo compacto y efectivo, solidario y agresivo, es tarea del entrenador. Pavada de trabajo.

(*) Especial para 442