Rosario Central consiguió este domingo el anhelado regreso a la Primera División, al golear 3-0 a Gimnasia y Esgrima de Jujuy, por la trigésimo cuarta fecha de la B Nacional.
Javier Toledo fue el héroe de la jornada, ya que con una ráfaga demoledora en el comienzo del segundo tiempo marcó los tres goles que le aseguraron el ascenso al club rosarino, y a él un lugar preponderante en la historia grande del "Canalla".
El ex delantero de Chacarita rompió la paridad con un cabezazo inatajable a los 2 minutos, estiro la ventaja a los 4 con una definición precisa y le puso el moño perfecto a su tarde soñada con un remate sutil, con cara interna, que se metió en el ángulo izquierdo de Lucas Hoyos.
Con el triunfo, Central coronó una temporada que en su inicio se vislumbraba muy difícil y se aseguró el esperado regreso al fútbol grande a cuatro fechas del final del torneo.
El principio del juego anunciaba que no sería una tarea sencilla para Central intentar llevarse un triunfo, y el desarrollo del partido mostró a ambos más preocupados por la marca y por no cometer errores que por buscar el arco del adversario.
La visita, con los nervios propios de quien se juega la posibilidad de ascender, y el local, con las dificultades lógicas de una formación que no contó con la mayoría de sus habituales titulares, dibujaron un primer tiempo para el olvido.
Apenas un cabezazo de Claudio Fileppi contenido por Mauricio Caranta, a los 25 minutos, fue la única situación de peligro del primer período.
Pero todo fue muy distinto en el segundo tiempo, y en ese cambio mucho tuvo que ver Toledo, quien desde este domingo ocupará un lugar de excelencia en la historia de Central.
El centrodelantero hizo valer su buen juego aéreo y con un soberbio cabezazo rompió la monotonía del encuentro, a los 2 minutos. Ese gol tempranero fue el golpe de nocaut para el conjunto de Mario Gómez, aunque no el único.
Dos minutos más tarde, a los 4, el propio Toledo anticipó a la defensa, ganó la posición camino al primer palo y definió de primera tras un centro atrás de Paulo Ferrari.
Pero aún faltaba la mejor obra de Toledo. Con el partido virtualmente definido, sobre todo porque Gimnasia no mostraba signos de reacción, el delantero tomó la pelota detrás de la medialuna del área, miró de reojo al arquero, y con gran categoría ubicó la pelota junto al ángulo izquierdo.
Fue el cierre perfecto para su tarde soñada, ésa que nadie, ni el propio Toledo, jamás imaginó tiempo atrás, cuando era resistido y muy cuestionado por los hinchas.
Atrás quedaron los lamentos por el ascenso frustrado en la temporada última y más aún el dolor por la inesperada derrota en la promoción frente a All Boys, en 2010.
Luego de un inicio plagado de dificultades, Central construyó una campaña inolvidable y selló el esperado regreso a Primera luego de tres años.
Fuente:DyN