viernes 19 de abril del 2024

Dos gestiones, responsables

Las presidencias de Comparada y Cantero comparten responsabilidades en la caída del Rey de Copas. Las huellas de tres temporadas nefastas.

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La riquísima historia de 108 años de Independiente, dueño de la mayor cantidad de festejos en Copas Libertadores, el primer equipo argentino en levantarla, ingresó hoy en el oscuro e inexplorado laberinto de la B Nacional.

Tal como le pasó a San Lorenzo en 1981, dos años después a Racing, y también a River dos años atrás, Independiente cayó también a la B, dejando a Boca como único grande que nunca descendió.

La caída libre del club de Avellaneda tuvo sus orígenes en la gestión Comparada, quien llegó a la presidencia avalado por su chapa de empresario exitoso y se retiró con un club en ruinas y dominado por los barras. Sobre sus espaldas carga 3 torneos de los 6 que finalmente condenaron al Rojo.

Durante su presidencia, las arcas del club se vieron reforzadas con los millones de dólares que ingresaron por las ventas de Sergio Agüero (US$ 28.000.000), Oscar Ustari (US$ 8.000.000) y Germán Denis (US$ 9.000.000), entre otros.

Muchos millones que, según afirman, fueron invertidos en la construcción del Libertadores de Ámerica, un estadio que está muy lejos de ser el que prometieron, en su momento, los dirigentes.

Ante la salida de Daniel Garnero, quien permaneció por siete partidos en el banco y salió eyectado por los resultados negativos, los dirigentes vieron en Antonio Mohamed el técnico indicado para devolverle al Rojo un poco de la gloria olvidada.

Su gestión como DT tuvo dos planos contrastantes: el internacional, en el que obtuvo la Copa Sudamericana; y el nacional, donde salió último con una raquítica campaña de sólo 15 puntos.

En ese entonces, el sabor dulce de una nueva copa internacional, que engalanó las nutridas vitrinas del Rojo, disimuló la amargura de ser cola en el campeonato. Poco después, el Turco debió irse amenazado por la barra brava de Independiente, que a esa altura manejaba mucho más que reventas y negocios con los trapitos.

El aterrizaje de emergencia de Ramon Díaz, que venía de malas temporadas en el exterior y en San Lorenzo,  pareció alumbrar el camino de Independiente con sus primeros cinco partidos invicto, pero las pálidas hicieron mella en el riojano, que presentó la renuncia a su cargo.

En los tres torneos que corresponden al último período de la gestión de Comparada (los torneos Apertura 2010 y 2011 y el Clausura 2011), Independiente sumó 70 puntos, un promedio de 40,9%.

Javier Cantero ganó las eleciones, en las que apabulló en las urnas al oficialismo, levantando dos banderas: erradicar a la barra brava y sanear económicamente el club.

Pese a sus nobles intenciones, no logró ninguno de los dos objetivos.

Su gestión estuvo signada por las malas campañas de Ramón Díaz, técnico heredado de la anterior conducción; Cristián Díaz  (con 6 victorias sobre 22 partidos); Ámerico Gallego, quien llegó al club "en busca de campeonatos" y Miguel Angel Brindisi, que agarró un club al borde del descenso y no pudo lograr el milagro.

Durante la presidencia de Cantero, el equipo consiguió 58 puntos y alcanzó el 35,1% de los puntos en juego.

Dos gestiones, que cierran sus balances en negativo, con deudas que los hinchas y la historia de Independiente nunca olvidarán.

Bien lo saben otros grandes, la mancha indeleble nunca podrá ser borrada de las frías estadísticas.

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