Newell's Old Boys venció hoy 2-0 a un pálido equipo de Quilmes en el Estadio Centenario demostrando autoridad y solvencia en sus líneas para afirmarse cada vez más en la cima del Torneo Inicial.
Maximiliano Rodríguez, la figura del encuentro, y Diego Mateo anotaron los goles del equipo rosarino, que si bien no brilló, golpeó en los momentos justos y superó sin atenuantes a un adversario que no encuentra el rumbo y fue despedido por sus hinchas con un coro de silbidos.
Con este resultado, Newell's sumó su cuarta victoria consecutiva y le sacó, de momento, cuatro puntos de ventaja al escolta, San Lorenzo de Almagro, mientras que Quilmes lleva cinco fechas sin ganar y sin marcar tantos.
La etapa inicial tuvo en general un juego impreciso por parte de los dos equipos, con escasas chances de peligro frente a los arcos, aunque Newell's siempre fue mucho más claro y demostró su estirpe de campeón en la individualidad de sus jugadores.
Quilmes propuso un cotejo friccionado en el medio y por momentos lo logró, pero no tuvo ideas cuando consiguió hacer circular la pelota, y casi no inquieto al arquero Nahuel Guzmán.
Newell's, fiel a su estilo, intentó abrir la cancha y llevar mucha gente al área de Sebastián Peratta, algo que fue logrando con el correr de los minutos.
Maxi Rodríguez fue el jugador más criterioso de la visita, y a los 24 minutos avisó con un derechazo que le tapó el arquero quilmeño.
Newell's siguió creciendo en el juego y se acercaba cada vez con más decisión al área opuesta. Fue así como, a los 36 minutos, Lucas Bernardi abrió desde la medialuna a la derecha para Cristian Díaz y éste metió un centro para que Rodríguez empujara el esférico al gol.
Después del tanto, Quilmes se adelantó unos metros en la cancha, y cuando se jugaba el minuto 41 se produjo la polémica de la tarde. En un mano a mano entre Miguel Caneo y Guzmán, el futbolista creativo de los Cerveceros se cayó en el área y el público local explotó de fastidio cuando el árbitro Jorge Baliño no cobró penal, si bien a la distancia el juez pareció tener la razón.
Newell's liquidó la historia a los 10 minutos del segundo período: Maxi Rodríguez tiró un preciso centro al área desde la derecha para que Mateo, de cabeza, convirtiera el segundo.
A partir de entonces, Quilmes fue un manojo de nervios y el puntero desaprovechó varias chances claras frente a Peratta, quien evitó la goleada.
El ingreso del delantero uruguayo Joaquín Boghossian no le aportó a Quilmes el peso necesario en el área, y el equipo local se fue entregando totalmente.
A pesar de esa situación, el Cervecero estuvo cerca de descontar a los 44, con un cabezazo de Rodrigo Braña que se fue muy cerca del palo derecho de Guzmán.
En definitiva, fue una muy convicente victoria de Newell's, que confirmó en el Estadio Centenario por qué sigue siendo el dueño del fútbol argentino.
Fuente: DyN
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