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Tigre doblegó a Arsenal por 2-1, tras estar 0-1 en el marcador, y de ese modo no sólo le quitó el invicto que ostenntaba en el Torneo Inicial sino que también le impidió alcanzar la cima.
Milton Caraglio, a los 21 minutos del segundo tiempo, puso en ventaja a Arsenal, que en ese momento era líder junto con Newell's, pero Tigre lo dio vuelta con los goles de Matías Pérez García y Cristian Bordacahar, a los 29 y 31, respectivamente.
A pesar del revés Arsenal se mantiene en la segunda posición de la tabla, con 23 puntos, junto con San Lorenzo, a tres puntos de Newell's.
El triunfo del Matador fue justo porque buscó la victoria desde el arranque del partido, y tuvo en Matías Pérez García y Lucas Janson, especialmente en la primera parte, a dos de los mejores jugadores de la cancha.
Arsenal desde el pitazo inicial se paró en su campo y buscó el contraataque como su mejor vía de gol, pero sólo en una ocasión consiguió poner un hombre mano a mano con Javier García. De todos modos, ese intento no prosperó porque el arquero le tapó el disparo a Mauricio Sperduti.
Cuando sobre el minuto 21 del segundo tiempo Caraglio puso en ventaja a Arsenal, se trató de un cabezazo violento que superó una floja reacción de García, pero no se podía hablar de justicia. Eso sí, todo indicaba que a Tigre la tarde se le complicaba definitivamente.
Sin embargo, a Gustavo Alfaro y sus jugadores la apuesta por su oficio para aguantar el resultado le salió mal porque Tigre, a diferencia de la primera parte, logró marcar.
El empate llegó a los 29 cuando Pérez García dominó la pelota fuera del área, el volante se acomodó y sacó un violento remate, el cual fue desviado en el trayecto por un defensor, y Cristian Campestrini, descolocado, sólo pudo ver cómo la pelota se introducía dentro de su arco.
Tigre siguió con todo, Arsenal no reaccionó, y así los de Victoria consiguieron su segundo gol. En el minuto 31, Sergio Araujo envió un centro pasado desde la izquierda y Pérez García de cabeza colocó el balón en el medio del área, por donde apareció Bordacahar para, con otro cabezazo, establecer el 2-1. Arsenal quiso responder, pero le faltaron ideas y profundidad, y así le fue imposible quebrar a un Tigre que tras la remontaba había ganado en confianza y seguridad.
Tigre necesitaba ganar y jugó siempre como para conseguir ese objetivo. A Arsenal, en cambio, le faltó ambición y en esta ocasión su oficio para sacar partidos le falló.
Fuente: DyN
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