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Argentina consiguió una victoria agónica y sufrida ante Irán en Belo Horizonte gracias a una obra de arte de Lionel Messi y se clasificó a los octavos de final del Mundial de Brasil.
El astro argentino metió el gol de la victoria a los 45 minutos del segundo tiempo con un golazo desde afuera del área cuando parecía que el partido terminaba en empate, pese a que Irán tuvo chances clarísimas de ponerse en ventaja.
Sin hacer un gran partido, Messi terminó siendo el salvador de un equipo que intentó por todos los medios generarle peligro a un Irán que se defendió de buena manera durante los noventa minutos y que tuvo algunas chances de ganar el partido de contragolpe.
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La otra gran figura argentina fue Sergio Romero, quien le ahogó el grito de gol a los iraníes en tres oportunidades nítidas generadas por los persas en el segundo tiempo.
Alejandro Sabella cambió el planteo respecto al 2-1 en el debut frente a Bosnia y paró un 4-3-3 bien ofensivo desde el arranque. Sin embargo, a la Argentina le costó mucho generar circuitos de juego con un Messi que no aparecía en toda su dimensión y un Sergio Agüero distante.
La primera jugada fue para Irán, que aprovechó un balón parado tras una mano de Pablo Zabaleta. El centro cabeceado por Jalal Hosseini pasó cerca. A partir de los diez minutos, Argentina comenzó a meter a los asiáticos contra su propio arco y a los 15 minutos, Fernando Gago habilitó a Gonzalo Higuaín, quien alcanzó a puntear la pelota sin poder vencer a Alireza Haghighi.
Angel Di María, de correcto desempeño, desperdició una contra y luego Agüero tampoco pudo vencer al arquero iraní con un remate esquinado tras el buen pivoteo de Higuín en el área.
Argentina seguía yendo al frente, aunque con poca claridad. Cerca de los 23, avisó Marcos Rojo de cabeza. El lateral fue uno de los mejores valores del seleccionado argentino por sus permanentes subidas. Otra pelota parada a favor de Messi terminó afuera tras un tiro libre del Capitán y otro cabezazo desviado, esta vez de Fede Fernández, fue lo último del primer tiempo en el Mineirao.
En el complemento Irán volvió a avisar con el juego áereo e hizo lucir por primera vez a Romero. Reza le ganó en el salto a Fede Fernández y metió el cabezazo de pique al suelo que el arquero argentino alcanzó a desviar, tal como lo hizo ante Bosnia.
Sobre el cuarto de hora, Messi agarró la pelota, recorrió algunos metros y remató levemente desviado. Argentina no era el mismo del primer tiempo y le costaba generar situaciones de riesgo. Encima, Irán tuvo otra chance clara que desperdició Dejagah tras otra intervención de Romero.
Al no poder generar peligro, Argentina terminaba sufriendo cuando Irán metía algún contragolpe esporádico. El seleccionado de Sabella no encontraba espacios y el tiempo era su peor enemigo.
A los 23, Messi tuvo otro tiro libre peligroso, pero la pelota pegó en la parte externa de la red. Luego, Di María probó desde afuera, pero desviado. La gente pedía cambios adelante y Sabella metió mano recién a 15 minutos del final. Adentro Rodrigo Palacio y Ezequiel Lavezzi. Afuera Kun Agüero y Pipita Higuain.
Rojo seguía subiendo y tratando de meter algún centro salvador para Palacio, quien pudo cabecear pero sin éxito. También desbordaba Lavezzi, aunque sin poder perforar la muralla iraní.
Y de tanto ir, Argentina sufrió en el final con un contragolpe con destino a gol de Reza. Pero otra vez se agigantó la figura de Chiquito Romero para salvar sobre el final al seleccionado albiceleste.
El partido se moría en un empate sin goles, pero Messi frotó la lámapara, armó una jugada con su sello y con un zurdazo implacable desde afuera del área terminó de batir al (hasta ese entonces) imbatible Haghighi.
Con este triunfo, la Argentina alcanzó las seis unidades en el Grupo F, alcanzó los octavos de final y hasta puede quedar primera si Bosnia y Nigeria terminan igualados.
