viernes 29 de marzo del 2024

No censuremos al ejemplar Diego Cocca

Al joven entrenador de Racing no le perdonan su honestidad a la hora de expresarse. ¿Preferimos, acaso, a los que viven con el cassette puesto? Todas las declaraciones que Cocca tuvo que reprimir.

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Si hay algo que demostraron las palabras que Diego Cocca expresó antes del clásico de Avellaneda es que, en el fútbol argentino, no se puede decir la verdad, no se puede ser sincero. Porque el costo es muy grande. Los mismos que destruyen al entrenador de Racing por sus declaraciones son aquellos que protestan porque los protagonistas, a la hora de hablar, se ponen todos el mismo cassette. ¿En qué quedamos, señores?

Lo que hizo el director técnico que consiguió el ascenso histórico de Defensa y Justicia a la máxima categoría de nuestro fútbol fue, simplemente, decir lo que pensaba, lo que sentía. “Prefiero perder el clásico, pero pelear el campeonato”, ocho palabras, una opinión. ¿Llegará el día en que aceptemos que no todos tenemos el mismo punto de vista?

Por lo demás, y lamentablemente, el ambiente conservador del fútbol autóctono logró amedrentar al bueno de Cocca y después de todo el revuelo que se armó por sus palabras ahora el entrenador hablará, como el resto, con cassette. Y, tristemente, reprimirá sus pensamientos y sentimientos. Sobre todo ahora, después de perder con Lanús de local, con los ánimos tan caldeados.

Porque este técnico joven, que en noviembre cumplirá apenas cuarenta y dos años, a la pregunta por los motivos de la derrota ante Independiente hubiese declarado: “Pasó lo que tenía que pasar, ¿o es culpa mía que Independiente lo tenga de nieto a Racing. Ah, y me causó mucha gracia lo que dijo Moyano, estuvo bien. Hay que aprender a reírse de uno mismo, gente”. Y, además, habría ampliado: “Lo peor, lo que no me va a dejar dormir, es que nos hayan ganado con Penco y Mancuello que tienen la misma habilidad que los peores perros que tengo yo, como Rentería o Campi. Y una cosita más: el día que Saja salga en los centros, Racing hasta el Mundial de Clubes no para, te lo firmo”.

Más aún, a la consulta sobre la lesión de Diego Milito hubiese comentado: “Y sí, ¿qué otra cosa podíamos esperar de un tipo que tiene más lesiones que años? Y eso que tiene bastantes pirulos, eh. Igual, con el nivel de mierda que hay en Argentina, le alcanza para hacer diferencia. Yo hubiese preferido otro jugador, cualquiera de mi representante por ejemplo, pero los dirigentes se emperraron con el ídolo que vuelve para quedar bien con los cabeza de termo de los hinchas”.

Por otra parte, con respecto a la derrota contra Lanús en el Juan Domingo Perón, el entrenador habría explicado: “¿Quién me mandó a parar al club más desgraciado de la historia, la punta del Obelisco? No alcanza con jugar mejor que el rival; de alguna u otra forma, siempre te cagan los árbitros y te llenan la canasta. Lo único bueno fue el partidazo que hizo Nelson Acevedo, lo saqué en el entretiempo para que no expusiera tanto al resto que no le puede seguir el juego”.

Finalmente, y en relación al futuro inmediato de Racing, Cocca habría expresado: “El fixture lo armó el amargo número uno, Don Julio, antes de estirar la pata, no jodamos. Ahora nos toca Boca y después Newell´s. ¿Qué quieren que les diga? La verdad, menos mal que en Defensa agarró Franco… sé que laburo no me va a faltar cuando me limpien, si es que al presidente le pinta volver de sus viajecitos de placer por Miami”.

No obstante, y lamentablemente, el director técnico fue reeducado a los palos por el ambiente añejo del fútbol argentino y será uno más que se limita a seguir el manual del querido Miguel Ángel Russo, con sus “Son partidos”, “Son momentos”, “Son opiniones”, “Son amores”, etc. Por lo demás, y desde esta columna, apostamos por más entrenadores que digan lo que piensan y sienten. Y, como diría uno de los más grandes escritores de nuestra historia, que los eunucos bufen.

(*) especial para 442