viernes 29 de marzo del 2024

La grieta que divide a Italia

La convocatoria del argentino Franco Vázquez volvió a instalar el debate. ¿Orgullo o racismo?

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Nativo o extranjero, oriundi o nazionale. Esa es la cuestión. La eterna polémica volvió a instalarse. El entrenador de la selección de Italia, Antonio Conte, convocó al ex jugador de Belgrano de Córdoba, Franco Mudo Vázquez, y al brasileño Eder para enfrentar a Bulgaria por la clasificación a la Eurocopa 2016 en Francia. Y arrancó el debate.

El encargado de abrir la discusión fue el técnico del Inter de Milán, Roberto Mancini, cuando dijo que “en la selección deben jugar italianos y no jugadores no nacidos en Italia. Me opongo a que jueguen en mi selección jugadores nacidos en el extranjero aunque tengan familiares italianos”. El histórico Arrigo Sacchi redobló el ataque y aseguró que el principal problema que puede explicar el bajo nivel en Italia es el gran número de jugadores foráneos y de color que hay en las divisiones inferiores del país: “Italia ya no tiene dignidad ni orgullo porque tenemos demasiados extranjeros jugando en los juveniles; hay muchos negros. No es posible que tengamos equipos con quince extranjeros”, sostuvo el DT subcampeón en Estados Unidos 1994.

El resultado de una encuesta que realizó la Gazzetta dello Sport coincide con los principios de Mancini: el 73,4 por ciento de las personas opinan que la selección italiana sólo debe estar conformada por jugadores nacidos en Italia.

Los extranjeros en la selección italiana no son una moda reciente. Siempre hubo jugadores de otras nacionalidades que se pusieron la casaca azul. En la Italia campeona de 1934 se encontraban los argentinos Luis Monti, Raimundo Orsi, Enrique Guaita y Atilio Demaría. El uruguayo Juan Alberto Schiaffino también saltó el charco: luego de lograr el Maracanazo en 1950 con Uruguay, al mundial siguiente se vistió con la azzurra. Mauro Camoranesi logró levantar la Copa del Mundo en Alemania 2006 y en el último tiempo Cesare Prandelli se encargó de resurgir el estilo “oriundi” al convocar a los brasileños Thiago Motta y Amauri o a los argentinos Osvaldo, Ezequiel Schelotto y Gabriel Paletta.

Conte se defiende de los ataques con el argumento de que elije a los mejores jugadores. “No soy el primero ni seré el último en hacer este tipo de convocatorias. Estas son las reglas y esto es fútbol. En el último Mundial, de los 736 futbolistas que fueron a Brasil, 83 habían nacido en un país distinto al que representaban”, se defendió el técnico italiano. El presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), Carlo Tavecchio, sostiene que el entrenador tiene la libertad de elegir a los jugadores que quiera: “Si alguien tiene la nacionalidad para jugar, entonces es italiano, así que la discusión está cerrada”.

Giuseppe Iachini, que dirigie a Vázquez en el Palermo, no ve con malos ojos que el jugador cordobés defienda a la azzurra si en verdad siente el honor de vestir esa camiseta. Tampoco se opone Marcelo Lippi, que salió campeón en 2006 con Camoranesi en el plantel: “Si las reglas lo permiten ¿por qué no lo va hacer?”. Además, elogió al jugador argentino: “Tiene mucho talento, es un buen armador con características similares a Zidane”. Mientras las aguas se dividen con opiniones cruzadas, en Italia hay un Mudo chi parla.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.