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Racing Club logró un valioso triunfo por 2-0 ante Lanús, en el Cilindro de Avellaneda, y se acomodó entre los animadores del campeonato de Primera División.
En el segundo tiempo, Gustavo Bou, a los 26 minutos, y Yonathan Cabral, a los 44, le dieron forma a la victoria de la Academia, que, de momento, se puso a cuatro puntos de la cúspide en la competencia doméstica.
Además, el equipo de Diego Cocca reservó a su emblema, Diego Milito, dado que el jueves próximo visitará a Wanderers de Monntevideo, en el Gran Parque Central, en juego de ida por los octavos de final de la Copa Libertadores de América.
Lanús soportó, desde los 41 del segundo período, la expulsión de Lautaro Acosta, por doble amonestación, aunque la segunda tarjeta fue una exageración del árbitro mundialista Néstor Pitana.
El conjunto que dirigen los mellizos Guillermo y Gustavo Barros Schelotto sigue sin conseguir en el certamen local el rendimiento que pretende y se halla en la mitad de la tabla.
El primer capítulo fue dinámico, en una muestra del espíritu de ambas conducciones, pero a las sanas intenciones les faltó por entonces claridad y penetración.
En esa etapa inicial los dos cuadros coincidieron en ser más productivos por el lado derecho, ya que en Racing se notaba, aunque con intermitencias, la calidad del paraguayo Oscar Romero y en los granates lo más saliente lo imponía la velocidad del Laucha Acosta.
En la segunda parte la formación visitante fue más profunda y le causó preocupación a los albicelestes, pero cuando se tornó necesario una vez más Sebastián Saja aportó su seguridad.
Pero la llave del triunfo para los académicos la consiguió Romero, a los 26 minutos, dado que el guaraní cambió de frente, de derecha a izquierda, en procura de Bou y el entrerriano, luego de enganchar hacia adentro, definió bajó y esquinado.
En desventaja, Lanús siguió esforzándose con la intención de doblegar a Saja, pero en un intento de presionar en la salida fue mal expulsado Acosta, dado que la falta de ninguna manera merecía ser castigada con otra tarjeta.
De terminar de resolver el compromiso se ocupó Cabral, ya sobre el epílogo, en una arremetida.
Así, Racing cumplió con todos sus propósitos para la noche del sábado, ya que cuidó a Milito y prevaleció ante Lanús para reacomodarse en el frente doméstico, mientras sueña con la Copa.
Fuente: DyN
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