Boca y River vivieron una noche muy diferente en La Bombonera. No sólos los jugadores, entrenadores e hinchas se encontraron en estados de ánimos opuestos. También los dirigientes. Pero no sólo por el resultado.
Mientras el presidente de Boca Daniel Angelici pasaba por el vestuario y se sacaba la foto de la victoria con el plantel xeneize, del otro lado de la vereda empezaron a aparecer fotos con la imagen del mandatario millonario, Rodolfo D'Onofrio, el vice Matías Patanian y otros dirigentes sentados en el vestuario visitante, viendo el partido por televisión.
Según algunos periodistas que suelen cubrir la actualidad riverplatense, los dirigentes no habrían tenido su lugar reservado en los palcos.
La explicación del lado de Boca fue que le entregaron a los visitantes un palco en la platea reservado para 30 personas, entre directivos, allegados y futbolistas que no fueron ni al banco. Además había reservado un palco extra, a la altura de los bancos de suplentes, para D'Onofrio y otros tres dirigentes. El problema es que ese palco el presidente de River lo iba a tener que compartir “y no quiso”.
Cansado del ida y vuelta, el mandatario millonario se volvió al vestuario, desde donde siguió todo el partido, sentado en el suelo.
Vergüenza. La salida del micro de River de La Bombonera no fue todo lo pacífica que se hubiera querido. Los jugadores del plantel de Marcelo Gallardo fueron apedreados y en Twitter apareció la imagen de una ventanilla rota.
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