miércoles 24 de abril del 2024

San Lorenzo goleó al humilde Viale y avanza

El equipo de Bauza venció por 3 a 0 al conjunto de Entre Ríos y pasó a 16avos de final. Goles de Verón, Cauteruccio y Cardone. Se medirá ante Instituto.

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San Lorenzo de Almagro goleó sin dificultades a San 3-0 en el Estadio Antonio Romero, en Formosa, y pasó a los 16avos de final de la Copa Argentina.

Gonzalo Verón fue clave en la victoria azulgrana porque convirtió el gol que sirvió para imponerse en el parcial, a los 13 minutos, y asumió el rol de asistidor del uruguayo Martín Cauteruccio, a los 18 del segundo tiempo.

A cuatro minutos del epílogo, la goleada la formalizó el juvenil y debutante defensor Tomás Cardona, de nuevo sacando provecho del juego aéreo.

En la próxima etapa, el equipo de Edgardo Bauza se medirá con Instituto.

Viale es un conjunto entrerriano que milita en el Torneo Federal B, competencia que en su versión 2015 se pondrá en marcha recién a fin del corrientes mes, por lo que a la diferencia de categoría entre uno y otro elenco se sumó la falta de actividad oficial.

El gol que consiguió Verón fue valiéndose de un cabezazo de pique al suelo, tras un desborde y centro desde la derecha que envió Gonzalo Prósperi.

En la segunda conquista de la noche formoseña fue Verón quien se escapó por la derecha y mandó el centro que recogió Cauteruccio, el oriental que acababa de ingresar, para definir con un cabezazo cruzado, pese al esfuerzo del eficaz arquero Lucas Rodríguez.

El tercer y último tanto fue producto de una aparición también por el lado derecho del ataque santo de Pablo Barrientos y de un impacto de cabeza certero de Cardona, para tornar su estreno más inolvidable todavía. El Ciclón comenzó el juego como para evitar ser sorprendido y obtener una ventaja tempranera, propósito que consumó por la contundencia de Verón.

Pero tras el 1-0 San Lorenzo se desempeñó con mayor tranquilidad y los entusiastas entrerrianos lograron llegar al descanso sin sufrir nuevos depósitos ajenos en su red.

En la segunda parte el cuadro de Boedo siguió jugando con la serenidad que le permitió su incuestinable supremacía y los aciertos en el fondo de la valla de los mesopotámicos surgieron como una consecuencia lógica.

El arquero Rodríguez contribuyó a que el marcador se hiciera más abultado recién sobre el desenlace.

En definitiva, lo que se vio en el escenario formoseño fue una fiesta de fútbol, lo que en estos tiempos se disfruta porque dejó de tratarse de una moneda corriente.

Fuente: DyN