El estadounidense Chuck Blazer, el dirigente que colaboró con la Justicia para destapar la olla de corrupción en el seno de la FIFA, fue suspendido de por vida por esa Federación con el argumento de haber incumplido el Código de Ética de la entidad.
Blazer, ex miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA y Secretario General de CONCACAF, quedó rodeado por la Justicia que investigaba su enorme fortuna de 22 millones de dólares y una enorme evasión impositiva y accedió a convertirse en un "topo" para colaborar con el FBI en los chanchullos de la FIFA.
En mayo, siete dirigentes, entre ellos el ex presidente de la CONMEBOL, Eugenio Figueredo, desfilaron desde un lujoso hotel de Zurich hacia la cárcel, por hechos de corrupción y soborno.
Tres empresarios argentinos están detenidos en el marco de la causa global de corrupción. El ex CEO de Torneos y Competencias, Alejandro Burzaco, está detenido en una finca de los Alpes italianos. Hugo y Mariano Jinkis, de Full Play, también están con arresto en dos domicilios del Gran Buenos Aires. Están acusados de haber formado con un empresario brasileño la firma Datisa por el cual se acordaron pagos por más de 100 millones de dólares en sobornos en torno a los derechos de televisación de cuatro ediciones de Copa América, entre ellas la que finalizó una semana atrás en Chile.
FIFA informó en su página web que "el órgano de decisión de la Comisión de Ética, presidido por Hans-Joachim Eckert, ha decidido prohibir el ex miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA y el Secretario General de CONCACAF, Chuck Blazer de participar en cualquier tipo de actividad relacionada con el fútbol a nivel nacional e internacional por la vida".
La FIFA señaló que la medida fue "tomada sobre la base de las investigaciones llevadas a cabo por el órgano de instrucción del Comité de Ética en respuesta al informe final de la Comisión de Integridad de la CONCACAF y los últimos hechos presentada por la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito Este de Nueva York.
"El señor Blazer cometió muchos y diversos actos de mala conducta continua y repetidamente durante su tiempo como funcionario en diferentes posiciones de alto rango e influyentes en la FIFA y CONCACAF", sostuvo el informe de FIFA.
Y agregó que "en sus cargos como oficial de fútbol, era un jugador clave en los esquemas que implican la oferta, la aceptación, el pago y la recepción de los pagos no revelados e ilegales, sobornos y comisiones ilegales, así como otros sistemas de dinero de decisiones. Fue declarado culpable de violaciones de art. 13 (normas generales de conducta), art. 15 (Lealtad), art. 16 (Confidencialidad), art. 18 (deber de información, la cooperación y la presentación de informes), art. 19 (conflictos de interés), art. 20 (ofrecimiento y la aceptación de regalos y otros beneficios) y el arte. 21 (soborno y corrupción) del Código Ético de la FIFA".
Fuente: DyN
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