martes 19 de marzo del 2024

Yupanqui es Boca

Uno es igual a uno: la máxima genialidad grondonista para formar un imperio que le permitió a Don Julio, como él lo destacaba, llegar a ser "vicepresidente del mundo".

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La máxima genialidad grondonista fue descubrir que uno es igual a uno. Simple. Su imperio no se formó por haber vendido clavitos y tarugos ni por llegar a ser “vicepresidente del mundo”, como él se autodenominaba, sin hablar inglés. El hombre arrodilló dictaduras, radicalismo, peronismo, frepasismo, puertismo, saáismo, camañismo, duhaldismo y kirchnerismo gracias a su exitosa fórmula: uno es igual a uno.

En realidad, su agudeza fue ponerla en práctica, que fue ni más ni menos que aprovecharse del generoso sistema que le da al voto de Deportivo Paraguayo tanto valor como al de Boca: uno. El resto era una papa: darle regalos al dirigente que necesitaba regalos, mimar al que necesitaba mimos y felicitar con algún cargo protocolar al que necesitaba sentirse poderoso.

El voto adentro y clinc caja. Esa y no otra fue la fórmula del éxito, la que le hizo ganar sistemáticamente cuanta votación lo tuvo  en el medio. Y tal fue su descubrimiento que exportó la receta a la FIFA. Para conquistar el TEG, el plan de Blatter fue buscar las zonas con más minipaíses (Africa, Centroamérica) y cooptarlas. Lo hizo como un alumno ejemplar hasta que le tocó la puerta doña Loretta Lynch.

¿Lícito todo? Nadie podría decir lo contrario; así funciona la democracia. La pregunta sería entonces si se trata del mejor sistema democrático.

En la semana, Segura y Tinelli quedaron como los únicos dos aspirantes a la presidencia de la AFA. Si bien los periodistas que suelen concurrir a Viamonte hablan de un empate técnico en cuanto a posibles adhesiones, hay un punto en que la diferencia de representatividad es obscena.

Aunque no lo reconozcan por una cuestión de posicionamiento, uno es el abanderado de los equipos de Primera (Tinelli), y el otro, del grueso del ascenso (Segura), lugar al que llegó por su forzada alianza con el Chiqui Tapia.

Mientras los avales del conductor televisivo fueron San Lorenzo, Estudiantes, Gimnasia de La Plata, Unión, Colón, Temperley y Atlético Rafaela (y tiene a River de su lado), el actual presidente presentó a Barracas Central, Olimpo, Estudiantes (San Luis), Independiente Rivadavia (Mendoza), El Porvenir, Central Ballester, Mitre (Santiago del Estero), Deportivo Paraguayo, Lugano, la Liga de Bell Ville (Córdoba) y la Liga de Güemes (Salta).

Tal vez sea la hora de replantear las formas de votación insigne de las tres décadas ganadas de Grondona. El titular de la AFA debería ser quien representa a más cantidad de hinchas y no a más cantidad de presidentes de clubes, muchos de ellos oscuramente flexibles.

¿Cómo es posible que el voto de Yupanqui, equipo que hasta hace poco tenía quinientos socios y algún que otro hincha perdido, sea equivalente al de San Lorenzo?

En una encuesta del Sistema Nacional de Consumos Culturales, organizada por la Secretaría de Medios de Comunicación de la Nación, Boca y River cuentan entre los dos con el 73% de los hinchas del país; si se les suman los otros tres grandes, la cifra llega a 84,3%.

¿Cómo puede tener ventajas un candidato que consigue seis (sólo seis, apenas seis) votos de la D por sobre otro que cuenta con el apoyo de los cinco equipos grandes, si así fuera?

Lo que parece ser un sistema romántico, justo, no representa a la mayoría de los hinchas, sino a los expertos en la rosca política. Un perfecto sofisma.

(*) Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.