La noche del domingo se prestaba para ser inolvidable en Cataluña: el Barcelona recibía en el Camp Nou al Celta de Vigo de Eduardo Berizzo con el objetivo de recuperar el liderato absoluto y mantener los tres puntos de diferencia con el Atlético de Madrid, que, un rato antes, había ganado 1-0 al Getafe.
Además, Lionel Messi, en caso de convertir algún gol, alcanzaría los 250 goles en el estadio blaugrana. El gol llegó, a los 28 minutos y de tiro libre, para abrir el marcador del encuentro y que el rosarino firmara otra página de gloria en la historia del Barça, que goleó 6-1 al Celta.
Sin embargo, Messi hizo delirar a los hinchas sobre el final del partido. La Pulga decidió ejecutar un penal a favor de una manera tan curiosa como arriesgada.
Al llegar al punto de ejecución optó por habilitar a Luis Suárez, quien definió ante la salida del arquero y anotó el cuarto gol de su equipo.
A su vez, el uruguayo firmó un triplete y recuperó la cima de la tabla de goleadores, lugar que ayer le había arrebatado Cristiano Ronaldo.
Mirá el curioso gol:
YDeWsekLruU