viernes 19 de abril del 2024

Superliga: lo que parió la crisis en la AFA

Los clubes de primera firmaron la fundación del nuevo formato, pero a la asamblea no asistió la B Nacional, que lo llama “superquiebra”.

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Los anuncios en esta AFA se desvanecen en menos de 24 horas. Lo que el jueves era una noticia, el viernes se convirtió en una noticia a medias: porque ayer la Superliga avanzó en su creación, es cierto, pero a la asamblea inaugural no asistió el Ascenso. Si la criatura está naciendo, como graficó el presidente de Racing, Víctor Blanco, el parto fue propio de estos tiempos de crisis: faltaron 23 clubes a los que, ahora, una comisión intentará convencer para que se sumen. Eso es lo que se necesita para homologar esta nueva etapa del fútbol argentino. “Sin el Ascenso es imposible”, reconoció el vice de Lanús, Luis María Chebel, uno de los hombres que colaboró en la estructura legal del nuevo organismo.

Ya desde la mañana de ayer, el que se había puesto en la trinchera de los clubes de la Primera B Nacional fue Daniel Ferreiro, vicepresidente de Nueva Chicago y uno de los hombres fuertes de Ascenso Unido. “Los grandes la llaman Superliga, pero en la B Nacional la llamamos Superquiebra. No tenemos voz ni votos, y nos ofrecen menos de lo que nos dan ahora por los derechos de TV. Nunca vamos a firmar en contra de nuestros clubes”, le dijo a este diario Ferreiro, que después cruzó por Twitter al titular de Boca, Daniel Angelici: “Daniel, a toda la B Nacional que ninguneás desde siempre, que querés que no tenga derechos, no la esperes esta tarde... somos muchos”, le advirtió.

A la tarde, en una conferencia de prensa improvisada, luego de que 27 de los treinta clubes de Primera firmaran el acta de fundación de la Superliga, los principales dirigentes del fútbol argentino celebraron el avance, aunque remarcaron en todo momento que ahora deberán llegar a un acuerdo con los otros clubes, los que dejaron las sillas vacías en el edificio de Viamonte 1366. Las tres instituciones ausentes de la máxima categoría fueron Rosario Central, que pretende una mejor ubicación en el reparto del dinero de la TV; Temperley, sumergido en una parcial acefalía tras la renuncia de su presidente Hernán Lewin; y Gimnasia y Esgrima La Plata.

“Hay que perder los miedos también. Se venía de un régimen desde hace 35 años. Y con este régimen, cada vez éramos más pobres”, dijo Víctor Blanco al final de la reunión. “La Superliga tiene estatuto y tiene comisión directiva. Ahora debemos esperar un poquito a la B Nacional y ponernos a trabajar ya, sobre todo en lo económico: lo inmediato es el contrato de televisión”, describió el presidente de River, Rodolfo D’Onofrio.

Angelici se refirió al dardo que le había dirigido Ferreiro, y continuó con el discurso que pone a los grandes por sobre el resto. “No lo veo como una batalla. Siento que tenemos la obligación, primero los grandes y luego los otros, de sacar al fútbol argentino de esta crisis en la que lo metimos”, subrayó.

Hugo Moyano, que siempre se había mostrado cercano a su yerno, Claudio Chiqui Tapia, incluso en el asado que organizó en Barracas Central el último jueves, sorprendió al hablar de las bondades de un proyecto al que había cuestionado en sus orígenes. “Costó llegar a este momento, pero a lo difícil se le da más valor. Esto no es mejorar las condiciones de grandes y chicos, sino de todo el fútbol argentino”, declaró el presidente de Independiente.

La comisión directiva de la Superliga aún no está definida. Pero la ubicación de lo que fue la asamblea bautismal pudo dar algunos indicios: en el frente de la sala, casi como comandando la reunión, estuvieron Angelici, D’Onofrio, Moyano, Blanco y el titular de Estudiantes, Juan Sebastián Verón. Justamente, Verón es uno de los posibles presidentes de esta Superliga, que por el momento tiene como miembros provisorios a Marcelo Deluca (Estudiantes, presidente), Gonzalo Mayo (River, tesorero) y Mariano Clariá (Boca, secretario).

Si bien estará dentro de la órbita de la AFA, este nuevo organismo tendrá una personería jurídica propia, sus oficinas no estarán en Viamonte 1366 y podrá negociar por su cuenta los derechos televisivos. Pero para eso necesita el aval de los clubes de la Primera B Nacional. “Este es un paso muy importante para todos, no sólo para los clubes grandes. La Superliga nació y es inexorable, y esperamos el acuerdo de la B Nacional porque acá nadie se quiere comer a nadie”, aseguró Verón. El tiempo dirá si el nacimiento es el principio de una vida larga. O si todo queda en la nada.

(*) Esta nota fue publicada en el Diario PERFIL.