viernes 29 de marzo del 2024

Gabriel Milito renunció como DT de Independiente

Tras la derrota ante Banfield, el Mariscal anunció que deja su cargo en el Rojo. "No fui capaz de conseguir lo que pretendía, lo mejor es dar un paso al costado", lamentó. Galería de fotosGalería de fotos

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Gabriel Milito renunció hoy como entrenador de Independiente al señalar que lo mejor es "dar un paso al costado" porque no fue "capaz de conseguir lo que pretendía".

"Lo mejor es dar un paso al costado. No es una decisión fácil para mi. No fue un paso más, pero no fui capaz de conseguir lo que pretendía", lamentó Milito en la conferencia de prensa posterior a la agónica derrota frente a Banfield.

El ídolo del club de Avellaneda se sentó en la sala de conferencias del Libertadores de América más de una hora después del final del partido y, visiblemente golpeado, repitió en varias oportunidades que "lo mejor es dar un paso al costado" porque no fue "capaz" de revertir el mal presente del equipo.

"Más allá de los resultados no fui capaz de lograrlo. Siempre recordaré de forma muy especial mi paso por el club, pero siento que es el momento de dar un paso al costado. Agradezco la oportunidad que me dieron, agradezco el cariño y pido disculpas a aquellos que tenían una gran ilusión con mi llegada", sostuvo Milito en los pocos minutos que estuvo frente a los periodistas.

Y concluyó: "Di lo mejor de mi para conseguir grandes objetivos y lamentablemente no fue así. Y después de seis meses creo que es el momento de dar un paso al costado. Le agradezco a los dirigentes la oportunidad que me brindaron y no tengo más para decir".

Así, en apenas un par de minutos, Milito dijo lo que pensó desde que llegó al vestuario en medio de la silbatina de los hinchas para los futbolistas y se fue.

Fueron apenas seis meses. Pablo Moyano anunció su regreso al club, por primera vez como entrenador del plantel profesional, en mayo pasado, pero la temprana eliminación en la Copa Argentina y el inesperado traspié ante Chapecoense en la Sudamericana tensaron demasiado la relación entre los hinchas y el plantel, que fue reprobado y silbado en cada paso en falso.

La dura goleada en el clásico fue acaso un golpe de nocaut. Los triunfos ante River y Colón parecieron darle un poco más de aire, pero la agónica derrota con Banfield y la respuesta de los hinchas terminaron por empujarlo a tomar la decisión.

Fuente: DyN

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