Jorge Cyterszpiler y Diego Maradona se conocieron en las inferiores de Argentinos Juniors, en 1970, cuando eran niños y el exDT de la Selección ya deslumbraba a todos con sus habilidades y su recordada magia en Los Cebollitas.
"A Diego lo quise, lo quiero y lo querré. No hablo mal de él; es mi concepto de la amistad. De mi boca jamás saldrá una palabra en su contra". Una de las opiniones más recordadas de Cyterszpiler sobre Maradona.
La confianza mutua y los tiempos compartidos que se repetían cotidianamente fueron suficientes para la propuesta de Diego: en 1977, cuando ya era jugador de Primera División, le pidió a su amigo que lo representara y comenzó una sociedad que llevó a Maradona a la primera plana mundial.
Las claves del éxito fueron un Pelusa implacable dentro de la cancha y las habilidades de Cyterszpiler para mantener equilibrada la carrera en el ámbito comercial (Maradona Producciones) y el contacto con los medios de comunicación.
El fallecido represente ayudó a Maradona para que firmase su primer contrato con Argentinos Juniors. Y luego, un ascenso ininterrumpido: lo transfirió a Boca Juniors, al Barcelona y al Napoli, donde muchos afirmar que se vio su mejor versión.
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En 1984 el Barcelona dejó de contar con los servicios de Diego y comenzó una historia de amor infinito entre él y los hinchas napolitanos. Sin embargo, la mala noticia estaba por llegar.
Un año después de su arribo al Napoli, Maradona y Cyterszpiler rompieron su vínculo personal y profesional. El representante, que hoy se quitó la vida en un hotel de Puerto Madero, se alejó en aquel entonces de Maradona Producciones, empresa que creó para manejar la imagen del jugador a nivel internacional.
Guillermo Coppola, luego de reunirse con Cyterszpiler, asumió la representación de Maradona, quién no volvió a tener contacto con su anterior manager. A pesar de ello, nunca rompieron un pacto en el que acordaron no dar a conocer las razones de la separación.
Este domingo, el empresario y licenciado en Economía de 58 años se suicidó al arrojarse del séptimo piso de un hotel en Puerto Madero. Estaba junto a un acompañante terapéutico debido a una fuerte depresión que lo aquejaba.