martes 19 de marzo del 2024

Entre la ocurrencia del Rey y la invasión a Rusia

A un año del Mundial, se llevará a cabo el torneo que inventó un monarca árabe. Los recaudos que deberá tomar en cuenta la organización.

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En pocas horas comenzará una nueva edición de la Copa Confederaciones (“Rusia 2017”); cuando el anfitrión reciba en el estadio del Zenit de San Petersburgo a Nueva Zelanda. El torneo intercontinental, originado en una brillante ocurrencia de un monarca árabe, es hoy un evento de relevancia global y funciona como testeo de la organización en la antesala de la Copa del Mundo: una especie de ensayo parcial, de cabecera de playa, a un año del gran evento.

Por primera vez en su historia, Rusia se apresta a recibir un evento multitudinario. En el afán de encontrar algún antecedente deportivo similar, habría que remontarse a los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, durante el régimen soviético y con las particularidades de caso: tanto en el tiempo, como en el acceso y los condicionantes. Ya la Copa de las Confederaciones causa cierto revuelo en la población y el Mundial va a ser un impacto mayúsculo: casi una invasión no deseada, para el ruso promedio muy poco habituado a salir del país y no angloparlante.

Las dificultades cotidianas, para manejarse por fuera de las zonas turísticas, son de relevancia. El ciudadano común es poco colaborativo y tolerante con el extranjero, hay que dirigirse a la población adolescente o adulta joven (menores de 30 años), para poder consultar o interactuar aceptablemente. El Estado ha puesto en marcha un operativo para incentivar el estudio del inglés e impuso requisitos de manejo de idioma para cubrir los puestos de servicios públicos: como por ejemplo, boleteros del subte o de museos.

En estas semanas, los organismos de seguridad están en estado de alerta máxima. Las medidas de control son férreas y serán exhaustivas durante los próximos quince días (desde el 17 de junio al 2 de julio) y en las cuatro sedes (Moscú, San Petersburgo, Kazán y Sochi). En el último amistoso, entre Rusia y Chile, para ingresar a un estadio del CSKA de Moscú, el control demoró media hora e incluyó largas colas para pasar por el escáner de metales y cacheo varios. El torneo tiene, especialmente, puesta la atención en el terrorismo yihadista que azota a Europa; pero también se enfoca en las barras propias, famosas por los actos vandálicos en la pasada Eurocopa de Francia.

Fahd bin Abdulaziz, antiguo Rey de Arabia Saudita, nunca imaginó que su ocurrencia se transformaría en una cita mundialmente convocante. La idea de organizar periódicamente la “Copa Rey Fahd”, un certamen para las selecciones campeonas de cada continente, fue un negocio tan brillante que tardó muy poco tiempo en llamar la atención de la FIFA. Fahd buscando una fórmula eficiente para mejorar la imagen de su reinado en el exterior, no ha sido la primera ni será la última vez que un gobierno utilice al deporte para maquillar su realidad, encontró un negocio multimillonario.

La que podría considerarse como la primera edición se llevó a cabo entre cuatro selecciones, en formato semifinales y final, en Arabia Saudita en 1992: Argentina, Costa de Marfil, Estados Unidos y el local fueron los involucrados. Con goles de Leo Rodríguez, Caniggia y Simeone, nuestro país se coronó campeón venciendo al anfitrión (3 a 1). En la segunda edición, en 1995, se agregaron los campeones de Europa (Dinamarca) y Asia (Japón); instalando ya definitivamente el formato de torneo intercontinental y captando la atención del Mundo, lo que forzó a la FIFA a sentarse a negociar con Fahd bin Abdulaziz para la siguiente edición. La competencia de 1997, todavía en Arabia Saudita, fue la primera bajo la órbita de la máxima entidad y progresivamente fue adoptando modificaciones hasta llegar al patrón que le conocemos desde “Sudáfrica 2009”, donde en el año previo al Mundial se enfrentan: el campeón del mundo, los seis campeones continentales y el anfitrión del evento.

Los grandes favoritos para “Rusia 2017” son: Portugal (con Cristiano Ronaldo), Chile (con Alexis Sánchez y Arturo Vidal) y el fútbol colectivo que demuestra Alemania. Completan la lista: Camerún y Australia (en el grupo de Chile y Alemania); México, Nueva Zelanda y el local (agrupados con Portugal). Primero y segundo de cada grupo serán semifinalistas y se cruzaran para ver quien llega a la final y sale campeón.

“La Copa Confederaciones es el lugar ideal para probar las modificaciones que se quieren instaurar en la dinámica del juego” dijo Marco Van Basten, flamante director de desarrollo técnico de la FIFA. La habilitación de una cuarta sustitución en caso de prórroga, el control estricto sobre el tiempo añadido, el videoref y la sanción a los arqueros por una retención del balón de más de seis segundos son algunas de las varias medidas que la FIFA seguirá evaluando durante este torneo para implementar en el próximo Mundial. Rusia 2018 está a la vuelta de la esquina y Argentina, todavía, no está adentro.

(*) Especial para 442, desde Rusia.