jueves 28 de marzo del 2024

Fútbol argentino: crudo réquiem al torneo

Lo que dejó el inédito certamen con 30 equipos, el último capricho de Julio Grondona. ¿Por qué fue radicalmente opuesto a lo proyectado?

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Boca fue campeón. A la Copa Libertadores clasificaron River, Estudiantes, Racing y Banfield; mientras que Independiente, San Lorenzo, Lanús, Newell's, Defensa y Justicia y Colón se garantizaron un lugar en la próxima edición de la Sudamericana; y Aldosivi, Quilmes, Rafaela y Sarmiento perdieron la categoría. De esta forma concluyó un nuevo campeonato del fútbol argentino rodeado de suspicacias y así, también, terminó el Fútbol para todos: el revolucionario programa de gobierno que destinó fondos para que, el fútbol de Primera División, se pueda ver en Alta Definición: de manera gratuita y por cualquier plataforma audiovisual. Amado por unos, vilipendiado por otros; ya tiene un lugar en la historia y dejará huella.

El cierre del torneo, no sólo marcó el final de la televisación gratuita a la que todos despidieron, sino que también le dijo adiós (NdR: Ojala que para nunca más volver) al famoso “Torneo de 30”. Una competencia que se ideó a comienzos del 2014, cuando la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), aún dirigida por Julio Humberto Grondona, le entregó a los clubes un boceto que pormenorizaba el formato de competencia y detallaba sus supuestos beneficios futuros. A modo de ejemplo, se citan textualmente algunos de ellos

• Se fomentarán los proyectos a largo plazo. Habrá mayor paciencia y tolerancia a partir de entender que una mala racha no define la temporada.

• Permitirá mayor estabilidad en los planteles, mejor integración y contexto para potenciar los trabajos realizados en divisiones inferiores.

• Se federalizará realmente la competencia. En la presente temporada solamente 4 provincias de las 23 están representadas en la élite.

• Se generará un calendario más liviano en fechas, lo que favorecerá al proyecto y a los clubes.

• El torneo de treinta fechas promoverá una mirada completa y no semestral.

Con el estertor final consumado, es menester preguntarse ¿Por qué el torneo de treinta equipos fue radicalmente opuesto a lo proyectado?

Hay veces donde las cosas no se dan como uno las piensa pero, en ciertos casos, uno las piensa de una forma que nunca se darán. Ese caso es el esperpento que ha llegado a su fin de manera lógica pero aún parcial, porque el año entrante continuará el mismo formato: con menos participantes. A dos años y medio de su implementación y con un semestre sabático de por medio, como decía el historiador romano “Tácito”, los supuestos beneficios del “torneo de 30” “brillaron por su ausencia”. Un análisis minucioso “punto por punto” lo expondría crudamente pero el sentido común ya lo demuestra.

No hubo una mayor mirada al largo plazo y los pasados torneos fueron récord, en cuanto a recambio de entrenadores. El primer torneo demostró que lo de la estabilidad era una utopía, cuando los planteles se desmembraron por completo a mitad de año y por eso se decidió retomar el ciclo de agosto a junio para este torneo 2016/17. No existió tal federalización porque la variación proporcional de equipos “no metropolitanos” fue menor que la habitual y el reciente descenso de tres equipos de interior (sobre cuatro posibles) lo comprueba. Si bien fue cierto que el calendario fue más liviano, eso no probó ser beneficioso para los clubes: a lo sumo pudo haber beneficiado a los poderosos, que tienen con que sostenerse y disputan copas internacionales. Para el resto de los equipos fue ruinoso, porque los forzó a sostenerse sin ingresos.

Tanto a grandes rasgos como en los detalles menores, el último capricho de “Don Julio”, no cumplió con nada de lo que se había propuesto y dejó muy pocas buenas. Incluso se ensució, sobre en el tramo final, con el tema de las “contaminaciones” con diuréticos en varios planteles que saltaron siempre en los controles externos por copas internacionales y nunca en el medio local, pero ese es un tema largo y mejor lo dejamos para una próxima entrega.