martes 19 de marzo del 2024

La era Turner-Fox: volver a pagar para gritar goles

Las dos empresas ya estipularon el costo del abono, pero discuten dónde y cuándo liberar las imágenes. El fantasma de Fútbol de Primera.

Entre los muchos temas que en estos días discuten los directores de Fox y Turner, hay uno que sobresale, no sólo por su valor comercial sino también por el simbólico: es dónde y cuándo soltar los goles de los partidos que, desde agosto, sólo podrán ver aquellas personas que paguen. Quizá por la carga política que tiene la decisión, asociada inevitablemente a aquella frase de Cristina Fernández de Kirchner convertida en el primer hito del Fútbol para Todos (“No es posible que secuestren los goles hasta el domingo...”), las dos cadenas le asignan especial importancia a esta cuestión. Incluso reconocen que la decisión no será sólo de ellas, sino que tendría que ser acordada con la Superliga, la nueva estructura dentro de AFA que organizará el torneo de Primera.

Pero más allá de eso, y de que Fox y Turner intentan construir una muralla en torno a sus decisiones (“tenemos un bozal hasta fines de julio”, le dijo un miembro de esas empresas a este diario), algunos aspectos de esta nueva era del fútbol televisado ya se dejan ver. Por ejemplo, esta semana se filtró el logo de TNT Sports, la señal de Turner que comenzará a funcionar a partir del 1º de agosto y por la que se verán, en principio, siete de los 14 partidos de cada fecha. Los otros siete, le aclaran desde Fox a PERFIL, se verán por una señal premium, pero no a través de los tres canales ya existentes, como varios medios informaron esta semana. El hermetismo y las idas y vueltas hacen que la información siempre esté al límite de la imprecisión.

Lo que sí reconocen es que el costo para poder ver los partidos ya está definido: será alrededor de 300 pesos mensuales por fuera del abono de cable. Si bien en un momento se había especulado con un precio diferencial para los no abonados, las dos empresas coinciden en que podrán ver fútbol sólo los que estén adheridos a Cablevisión (Grupo Clarín), DirecTV (AT&T), Supercanal (Grupo América) o Telecentro (Pierri). En Argentina hay un poco más de 11 millones de usuarios de cable.

La idea de generar una plataforma, algo parecido a un Netflix del fútbol, sigue existiendo, pero tanto Fox como Turner aseguran que se instrumentará más adelante: una vez que la televisación de los partidos esté funcionando, y que haya información sobre la cantidad de abonados, sus consumos y sus preferencias. “Somos un matrimonio por conveniencia –explican desde Fox la alianza con Turner–. Esperemos que con el tiempo se convierta en un matrimonio por amor”. Los 300 pesos, entonces, por ahora serán para ver los 14 partidos, aunque no descartan un plus por algunos clásicos.

Detrás y delante de cámara también habrá cambios. El que más trabaja en ese sentido es Turner, que tiene que armar un elenco estable de relatores, comentaristas y asistentes. Fox llevará a la nueva pantalla a buena parte de su plantel actual, que está encabezado por Mariano Closs, Sebastián Vignolo, Diego Latorre y el Chavo Fucks.

La producción de los partidos también estará partida: Turner cerraría un acuerdo con La Corte, propiedad del Grupo Indalo, la misma empresa que producía las transmisiones en el Fútbol para Todos. Fox, por su parte, se asociará con un viejo conocido, Torneos, que posee los derechos de los partidos de la Selección y la Copa Argentina y fue clave –al desistir de continuar el juicio contra la AFA por la rescisión de 2009– para que Turner y Fox se quedaran con los derechos.

“Habrá un salto de calidad en lo técnico con respecto a lo que ofrecía Fútbol para Todos”, anuncia Javier Furgang, de Turner. Algo que en la Superliga también genera expectativa: la nueva organización del torneo buscará, especialmente, mejorar la estética y el marketing del fútbol argentino. Siempre con la idea madre que había esbozado Marcelo Tinelli: “Vender mejor el producto”. Un producto que, de ahora en más, volverá a tener un precio para el televidente. En su casa o en los bares.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil