El director técnico de la selección de fútbol uruguaya, Óscar Washington Tabárez, brindó en el Complejo Uruguay Celeste una íntima entrevista a revista La Garganta Poderosa, en la que profundizó sobre el trasfondo del juego y otras cuestiones sociales
“Lo que me parece fundamental es combatir al resultadismo. Perder y ganar es una circunstancia, hay que aprender a convivir con ambas", reflejó el DT celeste.
El Maestro, quien gritó en la tapa de la revista escrita por vecinos de distintas villas de América Latina, presagió que su conjunto clasificará a la Copa del Mundo de Rusia 2018: “Nosotros creemos que sí vamos a llegar al Mundial, y en función de eso seguimos adelante”.
Sobre el presente deportivo que tiene a su Selección en el cuarto lugar de las Eliminatorias Sudamericanas, agregó: “Hemos sufrido tres derrotas consecutivas pero, con una mirada global, sé que todavía nos quedan cuatro encuentros para conseguir los puntos que necesitamos. Nos sostenemos con esa perspectiva, sabiendo que es difícil, sobre todo por el encuentro con Argentina”.
A sus 70 años, Tabárez se convirtió en el entrenador con más partidos al frente de un combinado nacional: “A mí me ha tocado, circunstancialmente, ser el técnico que más partidos ha dirigido en una selección (171). Esto es así, un trabajo continuo, de mucho tiempo, que dio sus frutos”. Y añadió: “Este ha sido un equipo que siempre miró para adelante, que soñó con muchas cosas que hoy vemos concretadas. Lo único que pretendo es que esta manera de hacer las cosas continúe cuando me vaya que, debido a mi edad, será dentro de poco”.
Las frases más destacadas del Maestro Tabárez publicadas en la extensa entrevista de La Garganta Poderosa:
-“Me sigo poniendo nervioso en los partidos. ¡Hay que ponerse nervioso! Con los años uno va adquiriendo mecanismos de control, pero si no me pasara significaría que no me importa nada”.
-“Muchos vecinos son rehenes de una desigualdad que aumenta en vez de disminuir. Hay formas de pobreza que dan vergüenza ajena, todos los días”.
-“Soy muy hincha de la escuela pública”.
-“En Uruguay, si contás que vivís en un barrio pobre, tampoco te dan trabajo”.
-“Ha cambiado mucho el mundo, en parte por esa brecha creada a partir de ciertas demonizaciones que hay sobre algunas zonas. En mi época, si había algún muchacho que no trabajaba le decíamos que era un vago. Y ahora, muchas veces el que no trabaja es precisamente por esa discriminación”.
-“A medida que pasa el tiempo, he ido sintiendo que los jóvenes no encuentran el camino para robustecer su esperanza de salir de ahí o transformar su entorno”.
-“La primera vez que fui a una escuela carenciada vi a una niña que le quitó la cáscara a una banana y la tiró al suelo. Me acerqué para decirle que eso debía ir a la papelera, pero en el ínterin apareció otra nena que levantó la cáscara y se la comió”.
-“El poco presupuesto para la educación es un problema económico, político y además cultural. Creo que todos estamos de acuerdo con que se debe hacer más por la educación, para que sea de mejor calidad y llegue a la mayor cantidad de gente posible”.
-“En Uruguay, quienes votaron a favor de la baja en la edad de imputabilidad me criticaron mucho e hicieron incluso un spot en mi contra. Así como está la sociedad, los menores de 18 años viven una etapa de mucha inestabilidad y sufren influencias fuertes de su entorno, por eso creo que la baja no es la solución. Los pibes que cometen delitos deben cumplir una pena, pero siempre hay que tratar que sea un camino para la reinserción”.
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