viernes 29 de marzo del 2024

Rusia está cada vez más cerca

Pese a la posición comprometida y el poco tiempo de trabajo que tuvo Sampaoli, referentes históricos de la Selección son optimistas con respecto a la clasificación.

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Al mundial y sin repechaje

El partido del jueves fue complicado porque Uruguay es un rival difícil para cualquier equipo, especialmente cuando juega de local en el Centenario con toda su gente metiendo presión. No es fácil salir a jugarle de igual a igual, pero Argentina lo intentó, aunque no pudo. Por eso, el empate terminó siendo un resultado positivo para Argentina, sobre todo si tenemos en cuenta que ahora se le vienen dos partidos como local, ante Venezuela y Perú, que si los ganamos nos pueden acercar a la clasificación para el Mundial. Pero ojo, que no nos podemos confiar en ninguno ni menospreciarlos porque embocan un gol y después se hace muy difícil remontar el partido.

Por historia, por los jugadores que tiene esta Selección y por la gente seria que está trabajando y a la que respeto mucho, Argentina no se puede quedar afuera de Rusia. No hay manera. Tenemos los mejores jugadores del planeta, que la están rompiendo en Europa, como Messi, Di María, Mascherano, Dybala y hasta Icardi, que acaba de ser convocado por el nuevo cuerpo técnico y que seguramente cuando termine de amalgamarse con los otros muchachos de adelante va a ser un jugador muy importante. Como todos los demás, porque Argentina tiene un equipo de monstruos.

Aunque nunca me gustó hacer futurología ni opinar cuando no soy parte de la cosa, de cara a lo que nos queda soy muy optimista. Estoy totalmente convencido y seguro de que vamos a estar en Rusia. Ni siquiera se me cruza por la cabeza la idea de que tengamos que ir a jugar el repechaje ante Nueva Zelanda. Con los jugadores que hay en el equipo no hay manera de que no clasifiquemos al Mundial.

*Carlos Bilardo, Ex entrenador de la Selección.

Se vienen rivales accesibles

Creo que el empate ante Uruguay fue el resultado más justo para un partido que no fue bueno y en el que ninguno de los dos equipos encontró la manera de sorprender al otro. Daba la sensación de que había muchas preocupaciones y poco riesgo por parte de los dos.

Uruguay es un equipo consolidado, con jugadores que vienen trabajando juntos desde hace muchos años bajo las órdenes de uno de los entrenadores más profesionales, serios y trabajadores que conozco y respeto, como Oscar Washington Tabárez, a diferencia del caso de Jorge Sampaoli, que se hizo cargo hace muy poco de la Selección, que se la jugó con muchos jugadores nuevos y que, sobre todo, no tuvo el tiempo mínimo adecuado para poder trabajar y ensamblar el funcionamiento que pretende. En dos días de entrenamiento no podés hacer mucho y eso se vio reflejado en varios pasajes del partido. Se hace muy difícil enfrentar a Uruguay en su casa y con un equipo que casi no se conoce.

Si bien Sampaoli hizo algunas pruebas que no entendí bien, hay que ser muy respetuosos con él, porque es leal a lo que dice y pretende. El tiempo dirá si está en lo correcto o no. Pero eso no quita que sea muy digno y respetable lo que hizo, que no es otra cosa que sostener su filosofía del fútbol a capa y espada.

Afortunadamente, tanto para su tranquilidad como también para la de los jugadores, que podrán contar con más días para terminar de conocerse y corregir algunos errores, ahora se vienen dos partidos de local ante Venezuela y Perú, dos rivales que a priori aparecen como bastante accesibles. Y después en la última fecha tenemos que viajar para enfrentar a Ecuador, otro rival que tampoco debería complicarnos, aunque en el fútbol nadie te garantiza nada y las sorpresas pueden aparecer en el momento menos pensado e inoportuno. Aunque no creo que éste sea el caso.

Por otra parte, estoy completamente seguro de que si a Sampaoli le hubieran dado la posibilidad de elegir de antemano ante qué equipo debutar en la selección argentina y con quiénes jugar los últimos tres partidos de la etapa clasificatoria, hubiera elegido exactamente a los mismos rivales y en el mismo orden que marca el fixture. Con esto quiero decir que Uruguay fue una excelente prueba para poder corregir errores de cara a los tres partidos que nos quedan y que deberemos afrontar como si cada uno fuese una verdadera final.

Aunque haberle ganado a Uruguay claramente nos hubiera simplificado muchísimo la clasificación al Mundial, no tengo ninguna duda de que Argentina estará en Rusia 2018, porque en el peor de los casos en el repechaje estaríamos enfrentando a Nueva Zelanda. Pero no creo que nos vaya a hacer falta llegar a esa instancia, porque Argentina cuenta con un plantel conformado ampliamente por jugadores de la élite mundial, como Messi, Dybala y Di María, a los que sólo les falta terminar de ensamblarse para explotar.

Por lo que vi durante algunos pasajes ante Uruguay, soy muy optimista y estoy muy tranquilo con lo que se nos viene por delante. Los partidos ante Venezuela y Perú como local son la mejor chance para que Argentina se quede con los seis puntos que le permitan obtener la clasificación directa al Mundial.

*Cesar Luis Menotti, Ex entrenador de la Selección.

El mayor problema es la falta de gol

La sensación que me dejó la actuación de la selección argentina ante Uruguay es la de un equipo que por momentos quiso e intentó, pero que no pudo ni supo ganar el partido. Muchos periodistas, tanto argentinos como uruguayos, dijeron que el partido estuvo arreglado y eso, para mí, es una gran mentira, porque si nosotros ganábamos estábamos casi clasificados, pero si ellos ganaban también se aseguraban el pase a Rusia 2018. Pero el problema fue que ninguno de los dos arriesgó más de la cuenta durante los noventa minutos y por eso terminaron empatando en un partido que fue muy aburrido y con contadas chances de gol sobre los arcos. En favor de nuestra Selección hay que destacar que no es fácil jugar con muchas caras nuevas que recién se están conociendo.

El problema más grave que veo en este equipo es la sorprendente falta de gol: hicimos sólo 15 goles en 15 partidos con delanteros que en Europa la vienen rompiendo en los equipos más importantes, pero que cuando juegan en la Selección no la embocan. Los últimos jugadores que se pusieron la camiseta número 9 deambularon por el área y por el ataque, pero les costó horrores hacer goles. Tampoco tenemos un jugador con la impronta, el desequilibrio y la estocada final de Bochini, Riquelme o Maradona.

Por más que muchos digan lo contrario, ahora se nos vienen tres partidos muy difíciles en los que vamos a sufrir. Pero confío plenamente en Argentina. De lo que no tengo ninguna duda es de que Argentina va a estar en el Mundial. Los rusos se mueren si Argentina y Messi se quedan afuera. Pero si queremos hacer un papel digno tenemos que armar un gran equipo. Francia y Alemania formaron dos selecciones, y a nosotros nos está costando demasiado poder armar una. También tengo muy en claro que la era Sampaoli recién comienza y que hay que darle tiempo y dejarlo trabajar.

*Daniel Bertoni, Ex jugador de la Selección.

Postales del tedio

La noche era clara, fría y hermosa, y la ebullición contenida de un público educado y consecuente tuvo alrededor de la cancha el majestuoso marco de una caja de bombones celestes. Más de cincuenta mil, en efecto, aunque algunos, pocos pero efusivos, se empeñaron en complementar el celeste con el blanco. Dos colores con los que Argentina y Uruguay vienen engalanando el fútbol mundial desde la primera vez que se enfrentaron, hace 116 años. Y dos colores que, como pocas veces, fueron guiados por entrenadores con ideas futbolísticas antinómicas.

Se sabe que Tabárez es conservador, que le gusta limitar a rivales ofensivamente poderosos, que no lo obsesiona la tenencia de la pelota y que cree en una defensa firme, en un contraataque eficaz y en un grupo humano donde los valores del respeto, el juego limpio y la educación son tan importantes como la vigencia de líderes positivos como Lugano, Forlán y Godín.

Sampaoli, en cambio, le imprimió vértigo a la Argentina, con línea de tres en la defensa, dos hombres bien pegados a las bandas y un tridente ofensivo en el que brilló Messi. Pero ni la tabla de posiciones mostraba que el necesitado fuera Uruguay ni la historia del país con más copas América de todos los tiempos indicaba que el planteo de Tabárez pudiera ser distinto.

Con todo, cabe una precisión. Tabárez ha sido conservador siempre y efectivo muchas veces, pero lo del jueves fue quizá el espectáculo conceptualmente menos ambicioso que los celestes mostraron en el Centenario en muchos años. Los hinchas que abarrotaron el estadio no fueron a ver un fútbol idealista en el que no creen; sin embargo, no merecían semejante aburrimiento.

*Pablo Cohen, Periodista uruguayo.

Una Venezuela joven

La juventud es la protagonista principal en el actual escenario futbolístico de Venezuela. El subcampeonato obtenido en el Mundial Sub 20 que se jugó en junio de este año marcó un antes y un después en el fútbol del país, principalmente porque acabó con las etiquetas utópicas en cuanto a la capacidad de éxito en el contexto internacional. Ese torneo juvenil de ensueño, realizado en Corea del Sur, tuvo influencia directa en el futuro a corto y largo plazo de la Selección mayor.

La Vinotinto quedó sin opciones para el Mundial Rusia 2018 de una forma muy prematura. Rafael Dudamel llegó en abril de 2016. Muy tarde para recomponer un camino destrozado con apenas un punto en seis fechas de las Eliminatorias, suficiente nada más para regresar al foso de la Conmebol, el mismo que por tantos años fue el deprimente hogar del fútbol venezolano y del que había huido durante la última década en búsqueda de nuevas glorias por vivir.

La convocatoria para la reciente doble fecha contra Colombia y Argentina no dejó lugar a dudas: se trabaja con el pensamiento permanente en Qatar 2022. El promedio de edad de los treinta jugadores en la lista es de 23-24 años, toda una rareza para una competición de élite, pero argumentada por la inclusión de siete futbolistas que conformaron el plantel del certamen mundialista en Corea. En el empate contra los cafeteros alinearon desde el inicio tres de esos jóvenes: Wuilker Fariñez, Yangel Herrera y Sergio Córdova.

El martes la presión estará del lado de Argentina, que ganó la totalidad de los choques previos como local, aunque la Vinotinto ya sabe lo que es arañarle puntos a la actual subcampeona del mundo en los dos recientes partidos en territorio venezolano, entre los cuales está un triunfo en 2011 con gol de Fernando Amorebieta, hoy jugador del Independiente.

Venezuela, en el último puesto de la tabla, con la ausencia del capitán Tomás Rincón, llegará al compromiso en Buenos Aires con un novel grupo sin nada que perder pero mucho por aprender, con intenciones de mostrar irreverencia y marcar precedentes para lo que será el próximo ciclo, donde el vino tinto estará mejor añejado.

*Jose Angel Rodriguez, Periodista del diario El Carabobeño, de Venezuela.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.