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El Real Madrid arrancó su defensa del título de la Liga de Campeones con una sencilla goleada 3-0 ante el Apoel de Nicosia en un choque en el que destacó por encima de todos Cristiano Ronaldo, autor de dos tantos.
El equipo blanco impuso la lógica casi sin transpirar y Sergio Ramos fue el autor del tercer gol dentro de una noche plácida para el campeón, pero alejada de la brillantez.
El Real Madrid mostró de nuevo en el Santiago Bernabéu, y especialmente en la primera parte, una cara plana ante un rival notoriamente inferior. Dominó con claridad, por supuesto, pero sin profundidad ni emoción. Fue como si no le apeteciera jugar.
Fuente: DPA
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