jueves 18 de abril del 2024

Nadal: por la salud y contra los cabezas de termo

Tras su lesión en Australia, el español alzó la voz contra los dirigentes porque considera que no cuidan a los deportistas. Las lesiones en el tenis.

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Las palabras de Rafael Nadal impactan pero no son inesperadas, ni carecen de lógica. En el deporte, hay intereses y miradas contrapuestas. Maradona lo ejemplificó como pocos, hace varios años, en su libro Yo soy el Diego: “Lo que no terminaba de cazar el cabeza de termo de Havelange era que yo no quería ni quiero arruinarle el negocio, ¡no! Al contrario... Pero quería que entendiera, sí, que la clave de todo ese negocio, de todo ese espectáculo, éramos nosotros los jugadores y quería que nos escuchen”.

Nadal sufrió un “bloqueo” a la altura de la cadera derecha, durante el juego con Martin Cilic y llegó a la rueda de prensa rengueando. “Bloqueo” es una forma vaga de describir un inconveniente físico en la pierna. Subió con dificultad los pequeños tres escalones del estrado y se sentó frente a los micrófonos para dar su testimonio. No habría precisiones sobre la lesión pero sí una excusa para sacar a relucir algo que viene deslizando hace un tiempo. “A mí a veces se me hace complicado y duro pensar en qué estado voy a terminar mi carrera. Creo que hay una falta de sensibilidad de la gente que maneja el deporte. Si cada vez se juega más rápido, si cada vez se golpea más fuerte y se juega en superficies más duras, hay que plantearse por qué ocurren tantas desgracias, por qué tanta gente sufre de las caderas. Las autoridades deberían tener una preocupación por la salud de los deportistas, ya que no sólo es tenis: somos personas y hay una vida más allá de nuestra carrera deportiva”.

La combinación entre los requisitos aeróbicos y anaeróbicos, con la variedad de golpes y la raqueta, dan como resultado un perfil único de lesiones en el tenis. Cuanta más alta es la velocidad de la pelota y/o mayor es el rango de empuñadura/posicionamiento de la raqueta, mayores son las cargas a las que se someten las articulaciones. Fuerzas que se generan y se repiten centenares de veces por partido, al igual que en otros deportes donde se ejecuta por encima de la cabeza (como el vóley o el handball), afectando al hombro y el codo por el trauma repetitivo y uso excesivo crónico.

“El reclamo de los tenistas viene de largo y tiene asidero” apunta el Dr. Federico Torrengo, médico especialista de la Asociación Argentina de Traumatología de deporte (AATD) y del torneo ATP de Buenos Aires. “Fijate que los mejores jugadores han tenido un parate de más de seis meses, en los últimos años, para recuperarse de diferentes lesiones: el codo en Djokovic, Federer y la espalda, Nadal por las rodillas y Murray en la cadera. El circuito es muy intenso; el calendario, apretado; y la dinámica del juego ha cambiado mucho.”

El Dr. Torrengo hace mención a la investigación del colega argentino Javier Maquirrain “Is tennis a predisposing factor for degenerative shoulder disease? A controlled study in former elite players (¿Es el tenis un factor predisponente para la lesión degenerativa de hombro?)”, donde se describen las consecuencias en el hombro de transformar el tenis en una carrera deportiva. Los médicos tienen clara la prescripción: el alto rendimiento y la salud no van de la mano.

Los entrenadores y preparadores físicos hacen hincapié en la técnica de ejecución como mecanismo de prevención de lesiones, para minimizar la carga de cada articulación, y Federer se lleva todas las miradas por su estilo. Un jugador más eficiente en el uso de la cadena cinética, principalmente en el saque y en los golpes potentes, es un jugador más sano. Sobre el tema, Martín Vassallo Argüello, extenista profesional y director de Cancha 1 (equipo de trabajo interdisciplinario en tenis), destaca la importancia del trabajo en las bases: “Nosotros debemos preparar jugadores para el circuito que se viene en los próximos diez años y el abordaje debe ser integral. Hoy ya no sólo debemos mirar si el jugador mete la pelota donde debe, sino también cómo lo hace. Permitir que progresen golpes anómalos en lo biomecánico, que pueden ser efectivos pero no eficientes, es condicionar la carrera futura del tenista y predisponerlo a que sufra más lesiones”.

Un completo metaanálisis realizado por Pluim y Col, en tenistas de diferentes niveles competitivos, reportó un rango de incidencia de 0,04 a 3 lesiones por cada 1000 horas jugadas, dependiendo del deportista y su nivel de entrenamiento. A grandes rasgos, la opinión es coincidente en cuanto a que la extremidad inferior se lesiona con mayor frecuencia y por eventos agudos (31 a 67%), seguida por la extremidad superior (20 a 49%) y, por último, del tronco (3 a 21%). En el tenis, al ser un deporte asimétrico (diferentes nivel de trabajo en los hemicuerpos) y acíclico, la multilateralidad cobra especial relevancia.

Históricamente, las raquetas han ido modificándose y modificando, a su vez, al juego: desde las pesadas ​​de madera que usaba Guillermo Vilas y pesaban 400 gramos, hasta las actuales de titanio y/o grafito que pesan la mitad y tienen casi el doble de superficie. Mientras que la composición de la pelota se ha mantenido prácticamente constante. Tanto el golpe, como las oscilaciones posteriores de la raqueta (que van de 80 a 200 Hz) y las posiciones de la empuñadura, afectan las cargas biomecánicas transmitidas al brazo y son, en la repetición, factores generadores de lesión.

A diferencia de la gran mayoría de los deportes, en el tenis puede cambiar las superficies (polvo de ladrillo, pasto o cemento). Pese a que cambian las condiciones de juego, hay poca evidencia y ninguna concluyente que relacione tipo de superficie con frecuencia de lesión. Aunque sí se ha comprobado que el cambio frecuente de superficie es un factor que incrementa el riesgo.

Lesiones de SLAP o del manguito rotador en el hombro, epicondilitis y epitrocleitis en el codo, tendinitis del extensor de la muñeca, lumbalgias, impigment de cadera o bursitis rotuliana son algunas de las patologías frecuentes en el tenista y que son de lectura habitual en las noticias del circuito ATP. Es en el Abierto de Australia donde comienza el año y arrecian las quejas: por las lesiones y las condiciones de juego. Los protagonistas sienten que los dirigentes no los cuidan, ni siquiera ante el calor extremo. Los torneos están ligados a la televisión y cada partido que se suspende es dinero que se pierde. El show debe continuar igual, con aquellos “soldados” que aún continúen en pie y el deporte se transforma en la supervivencia del más apto.

“Ahí mismo empecé con mis luchas contra la FIFA: por los golpes y... por la hora. Claro, los árbitros dejaban pegar y la televisión ponía los partidos a cualquier hora. ¡Saben el calor que hacía en México, con altura, a las 12 del mediodía! Era la hora de los ravioles, no la hora del fútbol, viejo”. En el Abierto de Australia, donde los tenistas caen como moscas y los huevos se cocinan en el calor de la cancha, Diego en el lugar de Rafa, se hubiese hecho una panzada.