martes 19 de marzo del 2024

Barcelona bailó al Sevilla y sumó otro título

Con un doblete de Suárez y goles de Messi, Iniesta y Coutinho, el equipo de Valverde humilló a su rival y alzó el trigésimo trofeo de Copa del Rey de su historia. Video.

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El Barcelona celebró hoy un título y una goleada reparadora al aplastar 5-0 al Sevilla en la final de la Copa del Rey del fútbol español disputada en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid.

Con un doblete de Luis Suárez (14 y 40 minutos) y goles de Lionel Messi (31'), Andrés Iniesta (52') y Coutinho (69', de penal), el club azulgrana alzó el trigésimo trofeo de Copa de su historia y quedó a un paso de cerrar la temporada con un meritorio doblete de títulos.

La conquista de la Liga española, donde manda con una amplia ventaja de 12 puntos sobre el Atlético de Madrid a falta de cinco fechas, sólo es una cuestión de tiempo.

La final de Copa, sin embargo, había adquirido un carácter bisagra después de la dolorosa eliminación a manos de la Roma en los cuartos de final de la Liga de Campeones.

Una derrota en la final hubiera profundizado la depresión azulgrana. Un triunfo, y con una actuación como la de hoy, dibuja un panorama bien diferente.

Nada podrá borrar la debacle del Estadio Olímpico romano, donde el Barcelona dejó escapar una ventaja de tres goles, pero la temporada azulgrana adquiere un color distinto con el doblete de títulos. Más si finalmente conquista invicto la Liga. El tono final, claro está, dependerá también de si el archirrival Real Madrid obtiene su tercera Champions consecutiva.

El equipo de Ernesto Valverde exhibió hoy una imagen y una actitud muy diferente al equipo cansino que se vio en Roma y en general en las últimas semanas. Salió al campo con una marcha más, hizo circular el balón a otra velocidad y mostró una contundencia letal. Pero sobre todas las cosas, mostró un hambre voraz.

Messi avisó con un tiro libre que sacó espectacularmente al córner David Soria a los ocho minutos, pero el gol nació de un intérprete inesperado: Jasper Cillessen. El arquero holandés, titular en la Copa durante la temporada, rompió la final con un pase largo que encontró mal parado a un Sevilla que presionó desordenadamente. Coutinho corrió con el balón en soledad y asistió a Suárez, que definió con el arco vacío.

El Sevilla intentó achicar espacios, pero pagó su falta de chispa ofensiva de toda la temporada. Ni Luis Muriel, ni Joaquín Correa, reemplazado en el entretiempo, ni Franco Vázquez pudieron aportar la cuota goleadora que necesitan los andaluces.

Iniesta, tal vez en su última final con el Barcelona, pudo haber anotado el segundo tanto con un disparo que dio en el travesaño tras desviarse en Messi.

El propio argentino tuvo su revancha poco después en una jugada que nació de Iniesta. El cerebro azulgrana asistió a Jordi Alba y el lateral centró con un espectacular taco a Messi, que mandó sin problemas el balón al fondo de la red. Fue el gol número 40 de Messi en la temporada y el octavo que llega con asistencia de Jordi Alba.

El segundo tanto desató definitivamente al Barcelona y hundió a los de Vincenzo Montella, que ya acumulan ocho encuentros consecutivos sin ganar. El partido se transformó a partir de ese momento en un paseo azulgrana.

Llegó entonces el tercer gol, obra una vez más de Suárez, después de que el uruguayo recibiera una magnífica asistencia de Coutinho. El brasileño, que esta temporada no pudo jugar en Champions, confirmó hoy que con él en cancha el Barcelona es otro equipo.

El segundo tiempo sólo sirvió para que el equipo catalán liberara angustias con un festival de toques y fútbol. También, para que Iniesta, quien podría dejar el Barcelona al final de la temporada, marque una maravilla de gol tras regatear al arquero después de ser asistido por Messi. Y para que Coutinho inscriba su nombre entre los goleadores de la noche con un penal.

Así, sin ningún misterio ni suspenso, el Barcelona cerró una jornada de felicidad para sus hinchas, aunque también de cierta nostalgia por el posible adiós de Iniesta, que se retiró con una ovación de pie de todo el estadio, incluidos los sevillistas. Una jornada que, además, dejó una pregunta flotando entre los azulgrana: ¿qué habría pasado si el equipo de Valverde mostraba este fútbol y esta actitud en Roma?

Fuente: DPA