viernes 19 de abril del 2024

Irmatov condujo un partido difícil

El árbitro uzbeko no tuvo falencias en el papelón de la Argentina ante Croacia. El análisis de un partido que en la previa tenía mucho en juego.

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En el análisis previo del partido, seguramente el equipo arbitral tomó en cuenta los antecedentes del resultado de cada seleccionado y el sistema de juego de cada uno. Argentina tenía que ganar para seguir con ilusiones de pasar a la siguiente fase y contaba con Lionel Messi como su único salvador. Por su parte, Croacia había ganado frente a Nigeria y se sabía un equipo que presiona en el medio campo.

El primer tiempo fue muy friccionado, como era previsible para Ravshan Irmatov. Ambos equipos presionaron y, capaz que en ese afán de llegar a la pelota que antes el rival, hayan cometido infracciones que ameritaban amonestaciones.

Tales son los casos del argentino Enzo Pérez, que a los 15 minutos de esta primera etapa barrió, en un balón que había quedado en él y el croata Ivan Rakitic, que también fue al piso pero recibió el fuerte golpe del mediocampista albiceleste. Tal vez ameritaba recibir la tarjeta amarilla, pero el árbitro uzbeko tomó la recomendación de advertir al jugador argentino.

Y en el minuto 38, el conjunto de Sampaoli salía por el sector derecho de su defensa, Eduardo Salvio le pasó el balón a Gabriel Mercado, y cuando soltó la pelota, Ivan Pericic le pegó un fuerte pisotón que el árbitro sancionó como falta y amonestó al volante de Croacia. La sanción era para anaranjada, como se dice en el ambiente de los árbitros. De hecho, Sampaoli, que estaba cerca de la jugada le llegó a reclamar al juez que pidiera revisión al VAR porque creía que era para expulsar al jugador croata.

El juez uzbeko adicionó 2 minutos por las demoras del juego. El cronómetro marcaba 46 cuando Nicolás Tagliafico fue con vehemencia al piso e intentó interceptar el pase del defensor Vrsaljko, pero la pelota siguió su destino, una gran contra de Croacia, y el ex Independiente impactó demasiado fuerte sobre el croata. La jugada no terminó en gol de los europeos por poco muy poco, y tal vez por ese motivo no le hayan reclamado a Irmatov la amonestación del lateral argentino.

En la segunda parte Argentina tenía que salir a buscar el resultado, ya que el empate no le aseguraba nada. Entonces el segundo tiempo siguió siendo intenso y cortado. Tal es así que al minuto 50 Gabriel Mercado cortó una contra de Croacia y así recibió la primera amarilla del conjunto argentino. Apenas dos minutos después, Wilfredo Caballero cometió un grosero error cuando quiso devolver un pase a su compañero y le dejó servida la pelota al mediocampista croata Ante Rebic que aprovechó para romper el 0 a 0.

Desde ese momento el partido para la Argentina se volvería cuesta arriba e Irmatov lo sabía a la perfección.

Fue caótica la forma de juego del seleccionado argentino. La selección croata atacó y al minutos 79 Luka Modric puso el 2 a 0 parcial. Ese gol puso aún más nerviosismo en la Argentina, que recurrió a protestar contra los jugadores rivales.

En el minuto 84, el árbitro Irmatov sancionó una infracción cerca del área argentina y Nicolás Otamendi pateó fuerte la pelota sobre el croata Luka Modric, que ya estaba en el piso producto de la falta que le habían cometido. Se armó un tumulto protestando la acción del defensor argentino y el árbitro lo apartó del grupo que protestaba con la tarjeta amarilla bien levantada. En esa acción el juez uzbeko puso a brillar su experiencia.

Dos minutos después Marcos Acuña también vería el cartón amarillo por un pistón sobre un defensor de Croacia.

El reloj marcaba 90 y el juez adicionó 4 minutos más para que el hincha del seleccionado argentino siguiera sufriendo. Allí llegó el tercer gol de los europeos.

Ravshan Irmatov decretó el final del encuentro y ninguno de los dos equipos fue a protestar al círculo central. Tal vez sea un buen indicio para su equipo arbitral, que no tuvo falencias y fue tan acertada su tarea que en ningún momento debieron recurrir al VAR.

(*) Árbitro y periodista deportivo.