jueves 28 de marzo del 2024

El castigo a Serena Williams por su reacción en la final

La estadounidense tuvo un ataque de furia y le exigió un pedido de disculpas al umpire. A pesar de las advertencias y la gravedad de sus palabras, el monto de la multa no parece alto.

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Tras su ataque de furia del sábado en la final del Abierto de Estados Unidos, la tenista estadounidense Serena Williams deberá pagar una multa de 17.000 dólares, según comunicaron hoy los organizadores del torneo en Nueva York.

Williams recibió tres advertencias del árbitro Carlos Ramos en la derrota por 6-2 y 6-4 ante la japonesa Naomi Osaka.

Toda la polémica nació en el inicio del segundo set, después de que Williams perdiera el primer parcial en sólo 34 minutos, dominada por el mejor juego de la japonesa. Tan confundida lucía la ex número uno del mundo que en el inicio del segundo set le cantaron un "warning" (advertencia) por recibir indicaciones de su entrenador, Patrick Mouratoglou.

"Nunca recibo una advertencia por 'coaching'. Yo no hago trampa para ganar, prefiero perder. Sólo te lo estoy avisando", le dijo una enojadísima Williams al árbitro Ramos. Después, en diálogo con la legendaria ex tenista Pam Shriver en televisión, el técnico francés admitió haberle dado una indicación a su jugadora.

Lejos de rendirse, la estadounidense continuó forzando el juego e intentando ponerle presión a la joven de 20 años. Así, en su sexta oportunidad del partido por fin pudo quebrar el saque de la japonesa.

Parecía que Serena por fin iba a poder reencauzar el duelo, pero Osaka respondió con otro quiebre en el juego siguiente, por el que pagó la raqueta de la estadounidense: la estrelló contra el piso y recibió una nueva advertencia por ello. ¿El resultado? Perder el siguiente punto y el inicio de una nueva discusión.

"Tienes que disculparte", insistía Serena al árbitro. "Yo no he hecho trampa, no hice 'coaching'", continuó la estadounidense, que volvió al juego desconcentrada y perdió su nuevo game de saque sin oponer resistencia, para quedar 4-3 abajo, con dos doble faltas incluidas.

Por eso, llegó al cambio de lado desencajada por lo que Ramos le aplicó una nueva sanción, que determinó que perdiera el siguiente game. Entre lágrimas, a los gritos y exigiendo la presencia de las máximas autoridades del torneo, Williams continuó con las protestas. "Eres un ladrón, me estás robando", llegó a decir la jugadora, que además invocó a su pequeña hija: "No puedes hacer esto, mi hija está mirando por televisión".

"No es justo, no soy tramposa, no merezco esto. Se tiene que disculpar", gritaba Serena entre sollozos, mientras Brian Earley, referí del torneo, y Donna Kelso, la supervisora de la WTA, intentaban calmarla. El público, en tanto, abucheaba a Ramos.

Ya con el juego desvirtuado, Osaka y Serena volvieron a la pista, aunque el juego había pasado a un segundo plano. Con su saque, la japonesa cerró el partido y se coronó por primera vez en un Grand Slam, aunque apenas lo celebró.

CV y agencia DPA