¿Conocen a alguien que quiera realmente que a la selección argentina le vaya mal? Redefinamos qué es “irle mal”. Irle mal es no pasar la primera ronda juegue como juegue.
Por una cuestión casi matemática la próxima coordenada es la instancia de octavos de final; aquí Argentina se cruzaría con Francia, Uruguay, México o Sudáfrica. Quedar afuera acá, aunque empiezan los asteriscos, también es “irle mal” aunque hacerlo con el equipo local sería peor, dentro de lo malo, que quedar afuera con México. Por otro lado, ser eliminado por Uruguay o Francia, sin que nos importen sus realidades, encontrará alicientes más o menos decorosos. Recordemos que en el '86 aunque en forma clara y siendo muy superiores a Uruguay le ganamos sólo 1 a 0… A veces, la cantidad da más paz que la calidad.
Y llegamos aquí a un momento crucial del análisis. Quedar entre los ocho mejores del Mundial para la selección argentina es igualar las mejores actuaciones que tuvo el equipo nacional desde el sub-campeonato de Italia '90, por lo que a esta altura del torneo ya no se podrá decir que “le fue mal”, por lo menos desde la instancia alcanzada. Podremos decir mediocre, regular, maso, tuvo mala leche, nos robo el árbitro o ¿y que quere´? Pero mal no.
Llegar a semifinal tanto para el Vaticano como para Brasil es hacer un gran Mundial… ¿pregúntenle a Dunga si no firma estar en semis y de cómo él analizaría la actuación del scratch si se quedara sólo con la definición del tercer y cuarto puesto? Una cosa es “hacer un buen Mundial”, otra “hacer un buen papel” y otra “cumplir el objetivo”.
Ya desde la presentación de Diego Maradona como director técnico, Carlos Bilardo arengaba a la crítica sistemática de los medios para así poder tener un rival permanente y así lo entendió el cuerpo técnico y los jugadores. Todos sabemos que una conferencia de prensa de Maradona luego de un partido de cuartos sea cual fuere el resultado será cuanto menos…, picante, y para una de semis hay que hacer una gala como la de la reapertura del teatro Colón!!!
Discrepo con Maradona en muchísimas cosas. De hecho, en casi todas, pero en este caso estamos hablando de un Mundial de fútbol de los cuales Diego jugó 4, llegó en 2 a la final, ganó uno e hizo 4 de los más grandes goles de la historia del torneo me tomo el atrevimiento de usar un poco más de tiempo para poder ver qué frutos puede dejar el trabajo de un tipo que sabe más que yo. Si le va mal se dirá o se escribirá lo que se deba y si le va bien también ¿O no vamos a gritar un gol de triunfo de Garcé?
