La historia de los mundiales dice que en Inglaterra 66, el seleccionado local enfrentó a Alemania en la final de ese Mundial. El partido lo ganaron los ingleses por 4-2 con un polémico gol que nunca llegó a traspasar en su totalidad la línea de gol. A 44 años de aquel episodio, el fútbol le dio la revancha a los germanos.
Iba 2-2 el encuentro -en el 66- cuando Geoff Hurst encontró un centro con su pierna derecha que reventó el travesaño y bajó, sin picar adentro del arco. Sin embargo, después de mucha polémica y discusión entre árbitro y asistente, el gol se dio como válido. Finalmente, Inglaterra terminaría dando la vuelta.
Sudáfrica 2010 trajo revancha para los alemanes. Ganaban los germanos 2-1 en un excelente partido de octavos de final, cuando Lampard metió un derechazo desde afuera del área que impactó en el travesaño y luego bajó, picando -por lo menos- un metro adentro del arco. El árbitro y el línea no lo convalidaron y Alemania terminó ganando el partido 4-1.