No es novedad que Adidas y Nike luchan día tras día para ver quién se adueña un poquito más del mundo del fútbol. Es como si jugaran un TEG eterno entre ellos. Cada cuatro años, en los mundiales, apuestan a quedarse con todo. Y hoy habrá un capítulo más en el enfrentamiento entre ambas: España, con la marca de las tres tiras, y Holanda, con la de la pipa. O lo que es lo mismo, la danza de los billetes. Entre ambas invirtieron 240 millones de dólares para vestir a los equipos en Sudáfrica.
Ventaja. Se suele plantear que Adidas y Nike viven en guerra. Para seguir con los términos bélicos, hay que decir que la marca alemana cuenta con un gran aliado: la FIFA. En 2005 firmaron un acuerdo por el período 2007-2014 en el que Adidas le pagaría al organismo 351 millones de dólares. La relación entre ambos nació en el Mundial de 1970, cuando la empresa que creó Adi Dassler empezó a fabricar la pelota oficial; en aquella ocasión, la Telstar. Incluso Adidas está presente desde 1954, cuando fabricó los botines con tapones intercambiables para la Selección alemana.
Turno. Los últimos cuatro mundiales tuvieron ganadores diferentes (en 1994, Brasil con Umbro; en 1998, Francia, con Adidas; en 2002, Brasil, con Nike, y en 2006, Italia, con Puma). Hoy se sabrá, entonces, si Adidas y Nike pueden conquistar el último continente que les queda en el tablero: Africa.
(*) de la redacción del Diario Perfil
