Bruno Fernandes, el arquero del Flamengo que se convirtió en noticia luego de haber sido acusado de instigar el secuestro y asesinato de una ex amante, deberá permanecer en prisión. Es que la Justicia brasileña le dictó hoy una orden de prisión preventiva, por lo que no podrá recuperar su libertad, prevista para mañana.
El fallo pesa sobre Fernandes y ocho personas más. Todos están en la mira de la Justicia por un crimen que que según la policía está comprobado, aunque no hay rastros del cuerpo de la víctima, una estudiante llamada Eliza Samudio, desde hace dos meses.
Según el sitio web de La Vanguardia la Justicia analizará una denuncia penal, basada en las investigaciones de la policía de Mina Gerais, que fue presentada ayer por el fiscal. Allí se toma como base un informe que se dio a conocer el pasado 30 de julio y que indica que Samudio falleció asesinada por Bruno y un grupo de amigos del arquero.
Entre los delitos que pesan sobre Fernandes, está el de asesinato, el de ocultación de cadáver y el de asociación criminal. Una de las hipótesis señala que cuando Samudio dejó Río de Janeiro el 4 de junio rumbo a Mina Gerais para pedirle al futbolista que reconociera a su hijo de cuatro meses, esta fue asesinada a golpes y descuartizada.
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