martes 23 de abril del 2024

Quinteros: "Me gusta el desafío"

Nuevo DT de Bolivia, el argentino Gustavo Quinteros se alegró con el sorteo de la Copa América. Su historia.

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Pese a haber jugado en los '90 para San Lorenzo y Argentinos Juniors, Gustavo Domingo Quinteros ejemplifica muy bien aquello de que "nadie es profeta en su tierra". Hoy, a los 45 años, el ex zaguero central es el nuevo DT de la Selección de Bolivia. Y como tal, estuvo presente en el sorteo de la Copa América 2011, donde contra lo que podría imaginarse se mostró alegre por haberle tocado enfrentar en el debut nada menos que al representativo argentino.

"Me alegré, me gusta el desafío de estar con Argentina", dijo tras ser consultado al respecto este santafesino nacido un 15 de febrero de 1965 en la localidad de Cafferata, de la que no se olvida al punto de que mandó para allí saludos al término de la breve entrevista que dio para el canal Fox Sports luego del acto realizada en La Plata. Al mencionársele que también de su pueblo natal es oriundo Leandro Désabato, incluso, sorprendió contando que el defensor de Estudiantes es primo hermano suyo.

"Hay que trabajar mucho para devolverle la confianza al jugador boliviano y que ellos puedan jugar su mejor partido", aclaró a continuación Quinteros reconociendo lo difícil que será la empresa en la que acaba de involucrarse, luego de cosechar varios éxitos a nivel local en el fútbol del país vecino como técnico del Blooming, el Bolívar y un Oriente Petrolero al que dirigió por última vez el pasado domingo, en el que ganando por 3-1 ese equipo quedó como único líder a dos fechas del final del campeonato.

"Hoy el fútbol boliviano no está bien", confesó también el santafesino en su entrevista con Fox Sports, con la sinceridad y seguridad de aquel que no necesita declaraciones lisonjeras para quedar bien con un país en el que no sólo dejó todo como jugador de Universitario de Sucre, The Strongest, San José y Jorge Wilstermann, sino incluso como uno de los futbolistas que lograron la hazaña de clasificar por única vez en eliminatorias a Bolivia para un Mundial: el de Estados Unidos '94.

En esa competencia mundialista, Quinteros fue titular de la selección boliviana en su muy digna derrota por 1-0 ante Alemania del partido inaugural, y luego también en el empate sin tantos que los del altiplano lograron ante República de Corea. Gracias a ello, logró que los clubes argentinos repararan a él como no lo habían hecho en sus comienzos, en los que, tras pasar por las inferiores de Newell's, quedó libre y llegó a jugar en la "C" para Central Córdoba de Rosario en la temporada 86/87.

Luego de perder con ese equipo la final por el ascenso a la B Metropolitana con Talleres de Remedios de Escalada, pasó justamente al conjunto del sur bonaerense, que a mediados de 1988 volvería a ascender tras una recordada final ante Almagro en cancha de Huracán definida por penales tras terminar 1-1. Y fue él quien ejecutó el remate desde los 12 pasos que permitió a los tallarines llegar al Nacional B.

El hecho de haber ejecutado ese penal decisivo mucho contribuyó para que, aún sin haber integrado en muchas ocasiones el equipo en aquella campaña que terminó con el título, continuara jugando en Talleres en la segunda categoría de la AFA. Pero tampoco allí lograría destacarse demasiado, y por eso recién luego de jugar varios años en el fútbol boliviano y de su experiencia mundialista apareció como suplente en el San Lorenzo campeón del Clausura '95, para el que jugó sólo un partido.

Concretamente, su debut en la principal categoría del fútbol argentino se produjo el 6 de mayo de 1995, en la victoria por 2-1 que los de Boedo lograron en Corrientes ante el local Mandiyú. Meses atrás, Quinteros había cumplido 30 años. Todo un dato que demuestra cuánto debió luchar para alcanzar esa instancia.

Tras seguir alternando entre el banco y la primera de los cuervos en la temporada 1995/96, volvió a jugar en la "A" entre 1997 y 1999 con Argentinos Juniors. Tanto San Lorenzo como los bichitos lo tendrían luego como técnico, si bien en el club de Boedo sólo lo fue en inferiores y como interino de la primera. Su historia de éxitos en tal función, de hecho, recién comenzaría a escribirse en Bolivia, donde ahora como DT de la Selección tiene ante sí un desafío que, está claro, no lo achica ni mucho menos.