martes 23 de abril del 2024

Pompei y Araujo: una ilusión

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El partido en La Bombonera cambió a los 21 minutos de juego, cuando la lesión de Lucas Viatri obligó a Tito Pompei a mover el banco. La decisión no era fácil: los nombres de Pablo Mouche y Damián Escudero le metían presión al DT interino, que tuvo su mayor acierto. Mandó a la cancha al pibe que el martes le había hecho ganar a Boca aunque sea un superclásico (el de Reserva) 1 a 0 con un gol suyo.

Sergio Araujo, la estrella de las inferiores del club, no defraudó al entrenador que apostó por él. A los 7 minutos de haber ingresado gambeteó a tres defensores de Arsenal y marcó un golazo. En tiempos de vacas tan flacas para el Xeneize no es poco lo que consiguió el juvenil, quien levantó a La Bombonera en cada intervención. Tiro lujos -tal vez alguna fantasía de más-, estuvo a punto de anotar el segundo gol de Boca y con el resultado 2 a 1 se vistió de Rodrigo Palacio para asistir a un Martín Palermo que ya había decretado el 2 a 1 para seguir batiendo récords, que ahora no alcanzan para ganar títulos.

Roberto Pompei, como enseña César Luis Menotti, puso el inodoro en el baño, la heladera en la cocina y la cama en el dormitorio. Volvió a la línea de cuatro en el fondo como sistema habitual. Sebastián Battaglia en el segundo tiempo jugó de número 8, donde más rindió en la etapa de Carlos Bianchi; Gary Medel fue el volante central. Giménez por la izquierda y el Pochi Chavez de enganche.

Lucchetti, para mí más arquero que Garcia, regresó al banco de suplentes. Boca venció al tercero del campeonato; no está mal para comenzar, Tito. Si gana los próximos cuatro partidos -el fin de semana que viene el rival es Ñuls en Rosario-, el técnico interino se meterá en la discusión para seguir en el 2011, a lo JJ Lopez. Ahora, ¿es Pompei una alternativa? ¿Debe serlo?

Creo que . Paso a explicarlo. Hoy el problema de Boca es de relación, de vestuario. Ya fracasaron entrenadores de chapa como Basile y Borghi. Pienso que hoy Boca debe contratar el técnico que mejor gestione el vestuario y mayor provecho le saque al plantel. Mientras Carlos Bianchi siga durmiendo la siesta, ¿qué técnico garantiza una vuelta olímpica?

En la concentración, la banda de Riquelme prefiere amontonarse en una mesa de 14 comensales antes que compartir la cena con Martín y los suyos. Los nuevos tardan en cambiarse hasta que el técnico dé la orden de salir al entrenamiento para no quedar pegados con ninguno de los grupos. Palermo, profesional por excelencia, despotrica cuando Riquelme no entrena como los demás. Así es muy difícil.

¿Podrá Julio Cesar Falcioni con esta realidad? Diego Armando Maradona no puede porque en La Boca reina Román. Miguel Ángel Russo se cansó de esperar en mayo y ahora decidió quedarse en Avellaneda hasta junio del 2011. Entonces si podría hacerse cargo de un equipo boquense sin Palermo y con su adorado Riquelme como gran figura.

En el mientras tanto, ¿por qué no confiar en el bueno de Tito? Bajo su conducción Boca logró dos de sus tres mejores producciones del año: el 4 a 0 sobre el Arsenal de Burruchaga y el 3 a 2 ante el Independiente de Gallego en Avellaneda en el primer semestre del año. La otra fue la de la formación de Borghi y su victoria frente a Velez. Para mí Pompei vale como opción; el tiempo y los resultados darán el veredicto.

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