viernes 29 de marzo del 2024

"Soy más popular que Bonavena"

Campeón argentino de los pesados, La Mole Moli no abandona la picardía que lo hizo famoso fuera de los rings. ¿Se retira? Galería de fotosGalería de fotos

442

La cara parece un catálogo de marcas y cicatrices. Los músculos no son el sueño dorado de cualquier escultor pero están. El torso, una barcaza sin trazos económicos. La voz es acorde al tamaño de su cuerpo. Es muy fácil comprender que esa espalda tan ancha vaya arrojando a la par palabras tan rústicas y simpáticas. Pero si hay algo realmente impar debajo de esa mascara gigante es la personalidad, que no pierde alegría aun bajo los rigores de la fama. Y el ingenio. Y las frases célebres rematadas con el “culeao” tan propio de los cordobeses. Y el descomunal crédito que  Fabio “la Mole” Moli se ha concebido a sí mismo después de reconquistar la corona argentina de los pesados ante Lisandro Díaz el domingo pasado, en la que era en un principio, sólo en un principio, su última pelea como boxeador profesional.

—¿Vas a cumplir con tu palabra de retirarte del boxeo?

—El gordo (Marcelo) Domínguez me dijo: “Retirate con esta imagen, Mole”. Mi familia no quiere que pelee más. Ellos aprobaron esta última pelea con el compromiso de cumplir con mi palabra, pero siento que todavía puedo combatir unas peleas más. Lo voy a hablar con la Negra (su mujer). Estoy en mi mejor momento y debo aprovecharlo, culeao...

—Les demostraste a muchos lo bien preparado que estás…

—Estoy bárbaro, excelente. ¿Viste como bailé en el ring contra el Carnicero? Cassius Clay es un poroto al lado mío, culeao... La verdad, estoy bárbaro para seguir boxeando.

—¿Te preparaste a conciencia, como nunca antes, o fue producto de los entrenamientos de “Bailando...”?

—Y, todo suma. Con Carlos del Greco, mi técnico, trabajábamos de miércoles a domingo en mi casa para estar cerca de la Negra y los chicos. Me preparé muy bien, por suerte salió como lo soñé…

Ex peón rural y pendenciero de boliche, Moli descubrió a los 27 años, en Villa del Rosario, su ciudad natal, que también podía romper narices en un ring. Hoy, a los 41 años, es campeón argentino de los pesados e ídolo indiscutido de los seguidores de “Bailando por un sueño”. Un fenómeno con toque circense, pero hipertaquillero…

—¿Sos una especie de Ringo moderno?

—No, hoy ya soy más popular que el culeao de Bonavena, y eso que nunca gané nada, ja ja... Imaginate, él se hizo famoso cantando el Pío pío, yo participo en el programa con más rating de la televisión argentina, no vas a comparar… Como boxeador, Ringo fue un grande de verdad, no le ato ni los cordones.

—¿Cuando arrancaste en el boxeo pensaste en tener un presente tan famoso?

—Cuando arranqué, hace 16 años, Vladimiro Sodero, mi inventor, me dijo: “¿Querés boxear?”. Le contesté: “¿Me van a pagar?”. Y empecé en un galpón con un par de guantes y una bolsa, rodeado de fardos, gallinas y chanchos. Yo amo el boxeo, amo boxear. Hoy estoy en esta posición porque me lo gané ¿Sabés lo que sufrí para llegar hasta acá? Nunca imaginé retirarme con tanto afecto y reconocimiento. Esto es lo que me hace dudar si sigo o me retiro…

—Y si te retirás… ¿qué pensás hacer?

—Quiero ser promotor. ¿Quién mejor que yo? Soy un tipo que lo ha vivido, que transpiró, que sabe lo que son los golpes, lo que un boxeador necesita. Me gustaría formar boxeadores…

—¿Y si no te retirás?

—La idea es reconquistar la corona sudamericana, que está en poder del brasileño George Arias, en año próximo. Acá ya les gané a todos… ¿Vos sabés de boxeo? ¿Quién es el campeón argentino pesado? Yo, papá…

—¿Qué te parece la actualidad del boxeo argentino?

—Tenemos buenos campeones mundiales, pero hay cosas que se hacen mal. Esto se ha vuelto muy negociable, cada promotor cuida su quintita. No hay infraestructuras ni promoción en Argentina. Yo, que no gané nada, soy más conocido que ellos, culeao… ¿Quién conoce a Narváez, a Maidana, a Martínez? Nadie. Todos conocen a la Tigresa Acuña y a la Mole Moli porque salen en Tinelli…

—¿Quién es el mejor boxeador argentino en la actualidad?

—Maravilla Martínez es el mejor dotado técnicamente. Ese culeao es bueno de verdad. Y el Chino Maidana me gusta mucho, pega fuerte... Aniquila a los rivales, como yo, guaso…

—¿Qué te pone más nervioso: subir al ring o quedar sentenciado en el “Bailando...”?

—Yo soy un tipo muy sanguíneo. Cuando me sentencia el jurado me enojo pero no puedo descargarme como sí lo hago arriba del ring. Subir a un ring es una experiencia placentera, culeao…

El culto a Moli no tiene secretos: es un fenómeno tan simple y visceral como su boxeo.

Fuente: Diario Perfil

Galería de imágenes