viernes 19 de abril del 2024

Las disparatadas cábalas del Pincha

Para ser hincha, jugador o dirigente Pincharrata hay que aceptar viejas costumbres. Creencias de un equipo que hace de las cábalas una religión.

442

Esta nota es para vos, hincha de Estudiantes, cabulero, perseguido, meticuloso en tus ritos. Para vos, que repetís infinidad de ceremonias partido a partido porque creés, considerás, aprendiste a lo largo de la historia del club, que el éxito de Estudiantes depende, en parte, de eso: de la suma de cábalas. Sabelo, hincha: sos un poco paranoico.

Claro, la tradición surgió desde adentro: brotó en la época de Zubeldía y se consolidó, se hizo carne, con Carlos Bilardo. ¿O por qué creen que el Pincha llega a la última fecha del Apertura acariciando el trofeo? Esto no es producto sólo de un técnico sabio, de un equipo que funciona a la perfección: hay, detrás, una superproducción de costumbres que van desde un suéter color café con leche a tirarle agua bendita al jugador que le dé una nota al periodista mufa.

Moda y músculos. El pulóver le pertenece a Alejandro Sabella, que lo viste desde la Libertadores. Después de aquella conquista, se lo dio a Bilardo, pero el rey gurú se lo devolvió al DT para el choque contra el Barcelona por el Mundial de Clubes. En estos días hace calor, pero el rito se repite: Sabella deja el abrigo en el banco de suplentes. Y Estudiantes gana, obvio.

El entrenador reveló una cábala hace un mes y hasta pidió perdón. “Entiendan, esto para nosotros es importante”, suplicó. Resulta que desde el triunfo contra Godoy Cruz no daba conferencias de prensa. Pero antes del choque con Tigre, un periodista de TyC Sports lo fue a entrevistar... Disculpá, hincha de Estudiantes, pero acá se lo va a nombrar: el hombre se llama Quique Felman. Lo demás, se sabe: Tigre ganó 2 a 1, el fetiche del silencio se cortó y el notero pasó a ser nombre prohibido.

O no, porque ahora, en City Bell, a Felman le dicen “Musculito”. Los hinchas de Estudiantes, entonces, mañeros, especuladores, suponen que si este hombre le hace preguntas a uno de sus jugadores, a ese futbolista hay que “curarlo”. ¿Cómo? Con agua bendita.

Gabriel Mercado pasó por el proceso de “sanación”: le dio una nota después de la victoria contra Huracán y la leyenda cuenta que luego fue bañado. No sólo eso. En la fecha siguiente, ante Independiente, cuando el partido estaba 1 a 1, Sabella lo sacó a Mercado y puso a Rodrigo López, que mandó el centro: la Gata Fernández, de cabeza, anotó el gol del triunfo.

Los hinchas detallan que Quique entrevistó a Gareca y, acto seguido, Vélez igualó con Gimnasia. En la semana, Desábato también habló con él: sobre su pecho tiraron agua bendita. Y, por las dudas, el auto de Verón también recibió una dosis de pócima curativa. Pobre Felman: ya es una víctima más de las supersticiones.

La presión de la prensa. Los que cubren a Estudiantes tienen participación directa en el circuito cabulero. No bien el plantel llega al estadio de Quilmes, Sabella le da la formación siempre al mismo periodista. Después, es otro el encargado de pasar los nombres a la planilla. Y guarda con que eso se altere. Que a nadie se le ocurra tampoco sentarse en cualquier lugar de la platea de prensa: los periodistas se ubican siempre en los mismos asientos, todos en la misma fila.

—¿Y si tu lugar está ocupado?— se le preguntó a uno de ellos.

—Salís. Te hacen salir.

Las conferencias también tienen un orden determinado: Osvaldo Fanjul, de TyC Sports, es el que hace la primera pregunta. Y lo siguen otros dos. Una notera de ESPN no lo sabía e intentó hacer una consulta: la callaron y comenzaron de nuevo.

La Bruja y el brujo. “Vélez está mejor parado que nosotros.” “Vélez está más entero como plantel y como equipo.” El capitán Pincha tiene un plan de antaño: mufar al rival.

La Bruja es el primero que sale del túnel (los jugadores se cambian en el vestuario visitante) y su habitación es sagrada. Cuando La Plata Rugby se concentró en el country, esa pieza no se usó. Y como los muchachos no pudieron usar el predio antes de la final de la URBA porque Estudiantes estaba allí, los hinchas dicen que el título del rugby se perdió por eso. Mientras, Verón sigue diciendo: “Vélez es mejor, Vélez es mejor, Vélez es mejor”.

Está también el brujo, Manuel, que hace “trabajos” para alejar al equipo de las derrotas. Manuel viaja con el plantel: su lugar está reservado al lado del chofer del micro. Y en los partidos se lo puede ver paradito a la izquierda del banco de suplentes

¿Brujas? ¿Cábalas? Que las hay, las hay. Averiguar historias para estas líneas, incluso, tuvo su negociación: no vaya a ser que este texto se transforme en una maldición.

Esta nota es para vos, hincha de Estudiantes, cabulero, perseguido, meticuloso en tus ritos. Para vos, que ahora te estás tocando un testículo, que te tocás una teta o que hacés los cuernitos. Para vos, que creés, considerás, que esta suma de palabras puede acabar con tu obsesión, con tu posible campeonato.

(*) Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil