Ningún otro técnico en el fútbol argentino se animó a hacerlo. Acostumbrado a los mimos y privilegios por su condición de “estrella”, Juan Román Riquelme nunca vio a Boca desde afuera estando ciento por ciento para jugar. Pero Julio Falcioni, el hombre con cara de bulldog que eligieron los dirigentes xeneizes para manejar el plantel, lo hizo. El perfil del primer técnico que borró al crack.
“Conmigo jugará el que mejor esté”, dejaba en claro Julio César en su arribo al xeneize. Con el nombre solo no iba a alcanzar para ser parte del once titular. Y el primero en sufrir la advertencia del entrenador fue Riquelme, con quien la (no) relación nunca fue buena y ahora se habría terminado de quebrar.
La fama de tipo duro Falcioni se la ganó por sus decisiones. En su paso por Vélez también se cargó a algunos históricos. Fernando Pandolfi, enojado con el DT, describía la situación: "Con el arribo de Falcioni, ninguno de los denominados históricos se sintió respaldado. Sacó a Cardozo, a Sotomayor y a Zandoná, pero mantuvo a Chilavert y a Bassedas, los ídolos de la hinchada. No come vidrio".
En su paso por Independiente también depuró el plantel. El recorte incluyó a referentes como Pusineri, Eluchans, Sebastián Carrizo y Armenteros. Ante las críticas, Falcioni respondió: “No vine a hacerme amigo de los jugadores”. En una nota de PERFIL de diciembre de 2005, Pusineri disparó: “Se cree dueño de la verdad. Hay otros técnicos que escuchan a los jugadores, pero con él es imposible”.
El Emperador no hace diferencias con nadie. Todos son iguales ante los ojos del técnico a la hora de trabajar. Durante la pretemporada y pese a que Román arrastraba el tema de su rodilla debió hacer los mismos trabajos que sus compañeros donde se exigió al máximo el físico de todo el plantel.
El sistema táctico es otro de los temas que separa a Falcioni de Riquelme. En casi todo los equipos que dirigió, Julio César privilegió el 4-4-2 y pocas veces hizo uso de algún enganche. Sin embargo, con J.R. a disposición frente a Godoy Cruz movió el esquema para juntarlo con Erviti. Pero la histórica derrota con goleada ante el Tomba sumada a los buenos resultados conseguidos en la pretemporada y en el partido con Racing han hecho que Falcioni vuelve a privilegiar para jugar con All Boys la táctica ante que los nombres.
Riquelme, por su parte, jamás fue borrado de Boca mientras estuvo al ciento por ciento para jugar un partido. Sí vivió estas situaciones en los otros dos equipos que jugó en el exterior: Barcelona y Villarreal. Allí Román no fue tratado como “una estrella” y los privilegios que solía tener por estos pagos dejaron de existir. Su quebrada relación con Manuel Pellegrini -entonces DT del Submarino Amarillo- y su amor por Boca motivaron su vuelta al fútbol argentino, donde hasta ahora era un “intocable”.
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