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El seleccionado argentino de fútbol conformado por jugadores que se desempeñan en el exterior pero que no son los que habitualmente convoca Sergio Batista, perdió 2-1 ante Polonia, en Varsovia, en el cierre de la gira internacional que había comenzado con goleada en contra por 4-1 el miércoles ante Nigeria en Abuja.
Lukasz Mierzejewski, a los 25 minutos del capítulo inicial, y Pawel Brozek, a los 10 del complemento, señalaron los goles del equipo local en el estadio del Legia Varsovia, mientras que Marco Ruben, al minuto de comenzado el capítulo final, había empatado transitoriamente.
El conjunto de Batista no pudo reponerse del sorpresivo golpe que significó la goleada sufrida en tierras africanas, y nuevamente dejó en claro que, al igual que el miércoles, se presentó un equipo que no funcionó como tal, y que sólo pudo arrimarse al arco polaco en contadas ocasiones y con arrestos individuales.
Pese a ello, el inicio del partido encontró al elenco argentino intentando jugar la pelota prolijamente por abajo, aunque la imposibilidad de llegar hasta la valla rival con este sistema llevó a los jugadores argentinos a desechar esa fórmula.
Por si fuera poco, a los 25 minutos el mediocampo argentino perdió la pelota, Polonia salió rápidamente de contra como lo hizo también con gran efectividad en el resto del encuentro y tras un error grosero de Federico Fazio, Lukasz Mierzejewski derrotó a Adrián Gabbarini.
Fue un golpe duro para Argentina la apertura del marcador, ya que comenzó a perder las marcas, sobre todo por las bandas, y fue desbordado permanentemente por los futbolistas polacos, que tuvieron al menos tres ocasiones desaprovechadas en los pies de Kamil Grosicki.
En el complemento, Argentina pegó rápidamente y se ilusionó con dar vueltas las cosas gracias a una mediavuelta perfecta en el área de Ruben, quien se tomó revancha de una pelota que le sacaron en la línea en el primer tiempo y puso el partido en tablas.
Sin embargo, Argentina siguió mostrándose como un elenco desordenado y sufrió sobre todo con las salidas rápidas de los polacos, además de no dar grandes garantías defensivas.
Así, a los 21, luego de tres despejes fallidos, Kuba Blaszczykowski tomó el balón y le puso un preciso pase en cortada al ingresado Brozek, quien definió por arriba de Gabbarini.
Con el encuentro desvirtuado por la gran cantidad de cambios que habitualmente se hacen en este tipo de citas, Argentina sumó aún más confusión y no fue sino hasta el minuto final cuando tuvo la posibilidad de empatar pero la desperdició.
De esta forma, Argentina cerró de la peor forma una gira programada para evaluar nuevos jugadores, pero que terminó con dos duras derrotas, sobre todo la primera, y más dudas que certezas.
Fuente: DyN
